Sabor y aroma a brasas desde el cielo de Bermeo

Los platos de la gastronomía vasca se elaboran en este asador «con maestría y pasión», asegura Ana García, la segunda generación que regenta el establecimiento hostelero, que echó a andar a principios de los setenta del siglo pasado, de la mano de sus padres, Manuel 'Cannon' y Ana. Desde entonces el lema ha evolucionado a la frase 'Nuestra casa es su casa', que refleja el inquebrantable espíritu hospitalario de su propietarios y trabajadores.

Al Cannon Etxea no vale entrar con la única intención de quitar el hambre y nutrirse. Su menú del día y carta de platos lleva a los comensales más allá, para celebrar la vida sin tener que esperar la llegada de una fecha especial. «En este comedor se festeja de todo y hasta el que viene solo de paso termina entre amigos», aseguran en el bar que da entrada al restaurante

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El festín comienza con el crepitar de la brasas de su parrilla, que atiende con mimo José 'Cannon' e Ioritz, hermano mayor y nieto, respectivamente, de esta casa.

Besugo, merluza, rodaballo y rey figuran entre las especialidades de pescado del restaurante. También se exhiben espectaculares piezas de chuletón de ganado mayor, que los clientes cortan y 'devoran' «como si fuera mantequilla», aseguran entre los incondicionales del Cannon.

«Aquí tenemos que saber hasta qué ha comido antes la vaca y, en cuanto al pescado, los arrantzales nos llaman del puerto de Bermeo para decirnos qué han capturado ese día. Bajamos seguido al pueblo a por las piezas, que entran a nuestra cocina, más frescas imposible», subraya Ana, más que conocida por su jovialidad y esmerada atención al cliente.

El origen gallego de la familia queda patente también en el pulpo a feira y a la brasa. Imposible no sucumbir a su aroma y sabor. El menú a del día, que se remata si se quiere con un goxua, otra de las marcas de la casa, cuesta 15 euros. El precio de la carta oscila entre los 50 y 60 euros.

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