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guillermo elejabeitia
Domingo, 24 de abril 2022
Hace veinte años a pocos se les ocurría darse un garbeo por el muelle Marzana. Aquel malecón olvidado, al que hasta el mercado de La Ribera daba la espalda, tenía poco que ver con el pintoresco paseo que hoy retratan las postales. Pregunten a Álvaro ... Garrido, pionero gastronómico de la zona con su Mina, cómo era el paisaje cuando se le ocurrió la feliz idea de abrir allí su restaurante. Hoy esa manzana blanquiazul que sirve de fondo a cientos de selfies se ha convertido por fin en un lugar de encuentro para disfrutar, copa en mano, de las mejores vistas de la villa.
Dirección Muelle Marzana, 8 derecha
Teléfono 946965032
Instagram @kaialda.bar
Precios Nan: 7,50 €. Hamburguesas: 10,50 €. Cócteles: 8/9 €
Marzana 16 y El Perro Chico abrieron camino y siguen dominando la puerta a una zona de ambiente que ya se extiende por la calle Aretxaga y San Francisco hasta la plaza de los Tres Pilares. Al Margen se ha consolidado como referencia gurmé en el extremo que linda con el puente de San Antón y Mina ilumina el tramo central con una estrella Michelin que da empaque a Bilbao La Vieja. Pero quien está sembrando el muelle de terracitas es un empresario de origen iraní que ya gestiona tres garitos junto a la ría y tiene otro en camino.
Se llama Reza Alizade, nació en Teherán y ha vivido en veinte países antes de acabar en Bilbao, donde ya lleva 17 años. «Este es mi lugar, aquí nació mi hija y aquí me gano la vida», afirma. Generalmente detrás de la barra. Empezó a explorar la coctelería siendo todavía un chaval de la mano de sus tíos, empresarios nocturnos en Escandinavia. Ya en Bilbao montó un garito diminuto en la calle Pelota que no tardó en ganarse una clientela fiel a base de combinados bien puestos.
Pero ha sido al dar el salto al otro lado de la ría cuando el hostelero está cogiendo carrerilla. Primero fue Muelle 16, una tentadora terraza junto al puente de La Ribera donde despacha marianitos preparados, bloody marys, mojitos o gin-tonics, según el humor de cada cual. Después abrió Dartxin, en el local donde estuvo el Pika, que acaba de estrenar una carta de picoteo informal a base de recetas clásicas.
Su última incorporación es este Kaialda, orientado a noctámbulos con hambre y ganas de fiesta. La especialidad es el Nan, un pan libanés que rellena de ingredientes frescos, cocinados al momento, donde predominan las notas cítricas, las hierbas aromáticas y los sabores intensos. Solomillo al sumac, pollo con miel y mostaza, berenjenas con mozzarella, falafel con chiles... Comida desenfadada, para mancharse las manos y chorrear salsa mientras el colega pide otra ronda. Cuidado con la carta de chupitos y coctelería porque tiene peligro.
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