Cuatro generaciones de los García Pedraja posan ante Casa Enrique. G. Elejabeitia
Restauranet Casa Enrique (Solares)

Cucharadas de historia en Casa Enrique (Solares)

Caricos, casquería y ambiente familiar en uno de los restaurantes más antiguos de Cantabria

guillermo elejabeitia

Domingo, 30 de enero 2022, 00:50

Hay frente a la estación de Solares una casita blanca con un coqueto porche de madera donde se come de lujo desde hace más de un siglo. Fundada en 1910 por la familia García Pedraja, Casa Enrique es probablemente uno de los restaurantes más antiguos de Cantabria. Sus caricos (alubia) o sus guisos de casquería tienen merecida fama, así como su bien abastecida bodega, pero es esa pátina de elegancia un poco pasada de moda lo que convierte cada visita a Casa Enrique en un viaje encantador a través del tiempo.

Publicidad

Casa Enrique (Solares)

  • Dirección Paseo de la Estación, 2

  • Teléfono 942520073

  • Web restaurantecasaenrique.es

  • Precios Pimientos de Isla: 8 €. Carico montañés: 12 €. Callos con huevo frito: 16 €. Merluza a la romana: 19 €

A un tiempo en el que al frente de una casa de comidas era común encontrar a varias generaciones de la misma familia. La que nos ocupa nació cuando Solares resplandecía gracias al suntuoso balneario y el recién estrenado ferrocarril. «La fundaron mi abuelo Enrique, que era hijo del primer jefe de estación, y mi abuela Isabel, muy buena cocinera», cuenta orgulloso su nieto, Enrique García Martín.

Después se hicieron cargo sus padres, Eugenio –«al que todo el mundo llamaba Enrique»– y Juana, una de las grandes guisanderas de la región. Hoy su hija Mercedes y su hermana Emilia mantienen vivas las recetas familiares, mientras su mujer Merche y su otra hija, Isabel, gobiernan el comedor con eficacia, profesionalidad y grandes dosis de mano izquierda.

Pimientos de Isla. G. E.

La casa ha cambiado poco a lo largo de las últimas décadas. Algún arreglito aquí y allá, conservando detalles tan auténticos como ese anuncio en baldosa antigua que preside la barra del bar, la escalinata de acceso a las habitaciones o las lámparas de araña que iluminan el comedor.

En el menú hay un puñado de recetas imperecederas –croquetas de centollo, zancarrón, merluza frita...–, amén de platos de temporada que conviene probar si se tiene la suerte de cazarlos al vuelo. Estos días, por ejemplo, ofrecen becada o cachón en su tinta. Partiendo de la base de que no se pueden marchar de allí sin llevarse a la boca al menos una cucharadita de los célebres caricos –la legumbre autóctona de Cantabria– el resto de la comanda se puede dictar con confianza según sus apetencias, aunque conviene dejarse guiar por el buen ojo de Merche.

Publicidad

Cocido de caricos. G. E.

Los pimientos de Isla asados en casa son de una finura excepcional. La sopa de pescado 'a su estilo', una receta de aspecto hogareño, con pan y abundantes tropezones, es una lección de historia a cucharadas. Y cualquiera de los guisos de casquería –lengua, callos o riñones al jerez–, merece rebañar el plato a conciencia.

No se pierdan tampoco el postre de la casa, tupinamba –prima hermana de la 'Île flottante'– evocador de aquel Solares de la Belle Époque que, más de un siglo después, sigue vivo en Casa Enrique.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad