Las reseñas que bajan la media al restaurante de Arguiñano: «No estaba el detalle del perejil»

Sin embargo, en los listados de reseñas hay de todo. Incluso a los mejores valorados se le pueden poner pegas que bajan la media. Un excelente ejemplo de todo esto es el restaurante Arguiñano en Zarautz, regentado por la familia de uno de los cocineros más conocidos gracias a su labor de difusión a través de televisión desde hace más de tres décadas.

En estos momentos, son más de 13.400 las reseñas de dicho local que aparecen en Google, aunque entre ellas se mencionan servicios diferentes, como el hotel, la terraza o el propio restaurante. Una gran cantidad de valoraciones que aún así mantienen una nota media que roza el excelente: un 4.5 sobre 5. Por comparar, el restaurante Martín Berasategui de Lasarte tiene una media de 4.7 por 1.148 reseñas, muy similar a las que hacen referencia a Arzak o al Akelarre.

El mérito de Karlos Arguiñano y familia es claro, pues la inmensa mayoría de comensales que han pasado por sus mesas se deshacen en elogios por la comida, el servicio o las vistas y son abundantes las recomendaciones para acudir a comer o cenar. Sin embargo, basta con echar un vistazo a las pocas reseñas negativas para comprobar que algunas recomendaciones hay que cogerlas con pinzas tanto aquí como en el resto de establecimientos hosteleros.

Aquí van algunos ejemplos de las críticas que hemos encontrado entre las de los dos últimos años:

- «Bastante bien, la comida muy bien pero no es la que vemos cocinar a Arguiñano normalmente. Y el detalle del perejil no está en ninguno de los platos». (4/5)

- «Estuve con amigos, pedimos una caña de aperitivo y no nos pusieron ni una triste aceituna. Con dicho detalle desistimos de comer allí. No es de recibo de alguien que no se sabe lo que ha ganado gracias a la televisión». (1/5)

- «Nada más sentarnos, unos 10 ingleses detrás se pusieron a cantar el happy birthday a toda voz y a seguir gritando con risotadas… Cuando me quejé por el espectáculo, lo único que me dijeron por parte del servicio fue que nos podían mover a otra mesa, a lo cual yo respondí: Yo no me tengo que mover de mesa puesto que yo no estoy molestando…». (1/5)

- «Nos hemos desplazado para pasar el día y comer en el restaurante y resulta que hoy tienen cerrado por descanso del personal». (1/5)

- «Lo peor fue que vimos salir a Karlos Arguiñano y me hizo especial ilusión.. pero al acercarnos a él no pudo ser más borde y antipático. Me quedé muy cortada porque parece una persona muy cordial en TV. Entiendo que esté quemado porque lo aborden personas constantemente pero al fin y al cabo eso lo eligió él al salir en TV.» (1/5)

- «Ahora ponen turnos para comer. De 1 a 3 .y en adelante. Quien va a comer un domingo a un buen restaurante a la 1???? Yo por supuesto que no. Y si voy a las dos, no puedo ni café ni copa porque ya tienen mi mesa reservada para los siguientes». (1/5)

- «No sé como se come en este sitio. Entramos y estaba lleno, a reventar de gente, el restaurante tiene lista de espera hasta septiembre pero podíamos tapear en el bar.» (1/5)

- «Hemos ido a tomar algo, mientras íbamos esperando veíamos gente que se iba de la mesa y otros que se sentaban, al ver nosotros eso pues vimos un grupo que se iba y nos sentamos, llevábamos esperando a que el camarero/a viniera a limpiar la mesa, me levanté para pedir que la limpiasen y salta el camarero y me dice que si teníamos reserva, en eso que le digo que no, entonces el camarero lejos de ofrecerme una solución, me dice que nos tenemos que levantar e irnos». (1/5)

- «Venimos a tomar una copita de después de comer, lo que viene llamándose un digestivo. Cada uno por 7'50€ y le pido al camarero algún aperitivo y me dice que NO . En fin, alguien como Arguiñano que se pasa la vida explicando las comidas y costumbres de este país y q se niegue a poner un simple aperitivo....no tengo palabras». (1/5)

- «Fuimos con la ilusión de al menos ver a alguno de los Arguiñano» (1/5)

Un buen ejemplo de cuánto de fiables son algunas de las reseñas que podemos encontrar en los servicios de recomendaciones de restaurantes de internet y que no incluyen una de las quejas que hemos visto más repetidas, la «ausencia de manteles en las mesas», que también disminuye su puntuación global pese a no ser algo esencial. También aparecen reiteradas menciones a los horarios de apertura y cierre de la cocina, algo muy habitual en las reseñas de la hostelería y que los camareros cada vez reclaman más que se respeten para no tener que trabajar horas de más.