Pulpería y parrilla en homenaje a Galicia

Txema Soria

Domingo, 30 de junio 2024, 02:11 | Actualizado 09:31h.

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Los hermanos Lice, Manu, Toni y Begoña Ferruelo abrieron las puertas de la Pulpería Parrilla Maraxe en noviembre de 2016 para rendir un homenaje a sus padres, Licesio Ferruelo y Luisa Porto, que tuvieron que emigrar de muy jóvenes de una pequeña aldea de su Orense natal a París y posteriormente a Bilbao y Barakaldo, donde se instalaron definitivamente. Licesio dejó su trabajo en Olarra en plena crisis de los años ochenta del pasado siglo y abrió junto a su mujer un hotelito y una cervecera en Pobeña en 1983. Un año después, ya instalados en Barakaldo, abrieron la cafetería Marbella, a la que siguieron la discoteca Tívoli, el Brenes y el Mullins.

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A Lice, Manu, Toni y Begoña les salieron los dientes detrás de un mostrador de hostelería y tienen el mismo espíritu emprendedor que sus padres. Los cuatro hermanos han conseguido que sus locales (Tempus Fugit –abierto en 2006–, La Cata –ahora alquilado–, Elkano y Maraxe) sean referentes en la localidad fabril, unidos bajo la marca 'Barakaldo con sabor'. La Pulpería Parrilla Maraxe es también un homenaje a los productos y platos gallegos de toda la vida. Iñaki Sánchez se encuentra al frente de la cocina desde el mismo día de su inauguración. Anteriormente había trabajado en otros restaurantes especializados en cocina gallega. En la mesa, lo mejor es atender a las recomendaciones de Cristina Bacu y Javier Díez-Astrain, perfectos jefes de sala.

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Las zamburiñas a la plancha son perfectas para abrir boca. Y por supuesto, el pulpo, tanto el clásico a feira (con su pimentón por encima) o a la brasa de carbón y alioli de pimentón de la Vera. Otro buen comienzo es la empanada casera hecha al momento o el lacón frío –cortado a cuchillo– trufado y con pimientos asados al carbón y aceite de oliva virgen extra. Entre sus arroces destaca especialmente el arroz con bogavante o el caldoso de cigalas y berberechos. De los dominios de Neptuno ofrecen la merluza del Cantábrico a la gallega, bacalao a la brasa sobre cama de verduras o sapito a la brasa con sus panaderas y refrito.

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Fuera de carta suelen tener pescados como rodaballo, mojarra, lubina o besugo, que ponen al modo tradicional. Los carnívoros disfrutarán con la chuleta de vaca gallega a la brasa con patatas y pimientos al carbón caseros o rabo de ternera estofado al Mencía con guarnición. El churrasco de ternera gallega lo acompañan con chorizo criollo, patatas y ensalada. Dejen un hueco para el postre: las filloas rellenas de crema de castaña regadas con chocolate caliente o flan de orujo con mantecado y tierrilla de campurrianas. Todo ello regado con sus vinos –cuenta con referencias interesantes–, especialmente albariños, ribeiros y godellos, que parecen los ideales para disfrutar de la cocina gallega.