Pescado fresco en el asador del puerto

Mirari Artime

Lunes, 17 de marzo 2025 | Actualizado 18/03/2025 07:12h.

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El País Vasco tiene el honor de ser considerada la comunidad autónoma con mayor consumo per cápita de productos pesqueros, en sabrosa pugna con Asturias. En Euskadi se come de media cerca de 30 kilos de pescado al año –casi el doble que los canarios–. Como consecuencia, está bien surtida de restaurantes y asadores especializados en productos procedentes del mar. Y entre las mejores parrillas de pescado de Lea Artibai se encuentra el restaurante Prim, situado en pleno puerto de Lekeitio.

El negocio dirigido por Ramón Okamika es un asador tradicional con cocina de producto donde un equipo de expertos trabaja para dar sabor a cada plato. Además de contar con una carta variada, trabajan género de temporada y sorprenden con las fresquísimas piezas de pescado que pasan directamente de la mar al plato.

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Para comprobarlo, nada mejor que probar una de sus especialidades más demandadas; el rodaballo, rey de la parrilla que es un espectáculo para todos los sentidos. Le siguen muy de cerca el besugo, rape y lenguado, entre otros, siempre respetando su temporada. Como mención destacada figuran los chipirones, que llegan al plato en su momento óptimo, cocinados con tradición y mimo y servidos con excelente profesionalidad tras ser revisado por el responsable del comedor, Juan Camilo Leiva. Tampoco falta la ventresca de atún rojo, bacalao al pilpil o las piezas descargadas por los arrantzales de Lekeitio.

Con una capacidad para cerca de medio centenar de personas, los comensales pueden elegir entre el coqueto comedor del interior o la cuidada terraza donde compartir mesa y mantel con las vistas al Cantábrico. De hecho, se trata de una apuesta segura tanto para una comida familiar, con amigos o para una reunión de negocios. Posteriormente, tras una excelente degustación, la experiencia puede completarse con una visita por los alrededores de la costa de Bizkaia.

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Abierto todo el año, salvo a mediados de febrero cuando cierran por vacaciones, y los miércoles, para descanso del personal, también dan respuesta a los paladares más exigentes que prefieren la carne. En este sentido, la chuleta de ganado mayor a la brasa se lleva la palma. Pero también ofrecen solomillo, entrecot, carrilleras al vino tinto y cordero lechal. La carta se completa con ensaladas de bacalao y ventresca, sopa de pescado, anchoas, pulpo, cocochas de merluza y gambas de Huelva, changurro, cigalas y zamburiñas.

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Y el broche de oro lo ponen los postres caseros; pantxineta, tarta de queso y unas torrijas que sorprenden. La bodega es extensa, con vinos de distintas denominación de origen entre los que guardan un espacio de honor al txakoli tanto de Bizkaia como de Gipuzkoa par armonizar cada plato al gusto.