Parada y fonda para los peregrinos

El restaurante Niko Jatetxea de Markina se ha convertido en parada y fonda de los cientos de peregrinos que en su Camino hacia Santiago de Compostela atraviesan el municipio más poblado de la cuenca del Artibai. Los caminantes cargan fuerzas con un menú diario de 13 euros donde la cantidad y la calidad no están reñidas con un desembolso asequible.

Se trata de un clásico del boca a boca entre estos viajeros no sólo por su atractivo precio, asumible para la gran mayoría, sino también porque ofrecen comida tradicional vasca en raciones más que recomendables elaboradas por su propietaria, Ana Nasui, que lleva al frente del negocio durante más de una década.

Para empezar, un primer plato de cuchara con variedad de legumbres, verduras, sopas y pastas, mientras que de segundo siempre hay un pescado de temporada, carne, en distintas variedades o revueltos. Y para rematar, una variedad de postres caseros con el pastel de fruta y la tarta de manzana como principales estrellas. La bebida y el pan también van incluidos en el precio. Por la tarde-noche, hasta poco antes de las 22.00 horas, se incluyen ensaladas, cremas y tortillas variadas.

Abierto durante todo el año, el fin de semana amplían la oferta tanto para los peregrinos como para el resto del público que por 22 euros cuenta con más opciones como diversos arroces, el cogote merluza, txangurro y chuletitas de cordero.

Con capacidad para cerca de 70 comensales, tratan de que los peregrinos no pierdan la ilusión ni el fuelle después de una dura caminata por lo que, siempre que pueden, no tienen reparos a la hora de atender, sobre todo, entre los extranjeros, las demandas de los más exigentes. Recuperados de los estragos de la pandemia, miran al futuro buena cara convencidas de la necesidad de no bajar la guardia para ofrecer lo mejor a los comensales.

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