Mesas de altura y bacalao especial en Gernika

El Azules carece de un comedor al uso, pero ese detalle es, precisamente, «lo que nos diferencia del resto», señala su propietaria Nerea Kortaberria. Sus mesas elevadas están meticulosamente dispuestas y enmarcadas dentro de una cuidadosa decoración que suelen cambiar en fechas señaladas.

La experiencia culinaria se engrandece al abrir su carta; una relación de platos por la que desfila como un rey el bacalao, «que lo preparamos al pilpil y en su tinta y a los clientes les encanta», dan fe en el Azules de Gernika. El magret de pato, las carrilleras en salsa y el rabo deshuesado son solo otras de las deliciosas opciones que salen de la cocina del Azules, presidida por su cocinera, Marga Paredes.

De entrada, no obstante, no faltan productos de temporada como el revuelto de hongos con jamón o el milhojas de morcilla. Aunque hay más donde elegir y el Azules nos sugiere también degustar «nuestras zamburiñas, arroces y entrecot laminado», cantan en sus mesas.

La tarta de manzana es otra de las apuestas ganadoras del Azules de Gernika. Y no solo para rematar el viaje culinario que ofrece este restaurante. «Hay gente que viene a media tarde comerla en barra con un café». Marga la chef «la borda», aseguran. No obstante, también podemos probar la torrija brioche con helado, otra de las especialidades de la cocina del Azules, donde también se sirven hamburguesas de altura.