Karola, cincuenta años en el Puerto Viejo de Algorta con pescados de gran tamaño

Txema Soria

Sábado, 15 de abril 2023, 01:03

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Gualber Royo, que tiene alma de surfero –cuando encuentra un poco de tiempo se va a coger olas–, tuvo que dejar sus estudios de Derecho con apenas 18 años recién cumplidos para atender el bar Txomin, negocio familiar, ubicado en el Puerto Viejo de Algorta. Lo regentaba su amama, Karola Larrea, magnífica guisandera, que ofrecía cazuelas, pescados fritos, ensaladas y cenas por encargo.

Tal era su éxito que para atender la enorme demanda en 1974 adquirió otro local, una antigua casa de pescadores con dos alturas en el mismo Puerto Viejo y lo bautizó con su nombre, Karola. El próximo año esta entrañable casa de comidas celebrará las bodas de oro. Gualber se hizo cargo del restaurante en 1997; tomó las riendas bajo la atenta mirada de su amama, que siempre le ofrecía sabios consejos. En este cuarto de siglo que lleva en los fogones –también regentó un local especializado en productos delicatessen en el Puerto Viejo y el Sokaire en Castro Urdiales– el Karola se ha consolidado como uno de los locales de referencia del entorno.

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Cuenta con una cocina en la planta baja (desde el exterior puede verse como el cocinero trata el producto, especialmente pescados y mariscos) y un comedor con capacidad para 54 personas, pintado en azul y decorado con motivos marineros. Al frente de la sala se encuentran Almudena Castro y Mikel López, quien trabajó durante dos décadas en el extinto Zabala.

El deleite gastronómico puede comenzar con lasagna de foie caramelizada con vinagreta de pasas y nueces y sorbete de tomate –plato muy delicado y perfectamente conseguido–, corona de pulpo sobre puré de patata y hongos con huevo de gallina de corral y virutas de jamón, ensalada de pulpo con vieiras a la plancha o ensalada de bogavante con tartar de txangurro, mango y tomate.

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Para continuar, cualquiera de sus mariscos: gambas frescas de Huelva o bogavante del Cantábrico a la plancha o almejas en salsa verde, marinera o plancha. Los pescados (lubina, rodaballo, besugo, rey, urta, mero, san martín) son piezas grandes, para compartir, que ponen abiertos y a la plancha, así se hacen por las dos caras al mismo tiempo, y con refrito a la bilbaína. El tronco de rape al estilo Karola, con vieiras, salsa boletus y trufa también es una magnífica opción.

Los carnívoros disfrutarán con el solomillo estilo Karola al foie o con el txuleton de ganado mayor. Dejen un hueco para el postre y no se pierdan el helado frito de vainilla a los dos chocolates o la tostada de pan de pasas y nueces sobre lecho de natillas con helado de dulce de leche.