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Carpaccio de solomillo. OSCAR OLIVA POZA
Jaizkibel, rincón único del Bidasoa

Jaizkibel, rincón único del Bidasoa

Un hermoso artefacto de madera, hormigón y cristal que abraza la mejor gastronomía

DAVID DE JORGE

Viernes, 8 de noviembre 2019, 13:45

Pasé toda la infancia pegando patadas a un balón y rompiéndome la crisma a lomos de una bicicleta que alcanzaba velocidades de vértigo en las curvas de Guadalupe y allá, junto a la vieja fábrica de cartones, vi pintar sus cuadros a Albizu, Bienabe Artia ... o Montes Iturrioz. Por su viacrucis bajaban grupos de mujeronas que nos recriminaban que anduviéramos jugando en tiempos de novena y oración, en vez de pelarle la pava a don Dámaso, leer los salmos o pasar el escobón entre los confesionarios. Luego levanté tres palmos del sillín y me dediqué a ver la televisión francesa a hurtadillas, porque asomaban muchas tetas y mi madre prefería que sintonizara la primera cadena para ver a «los guardianes del espacio», aquella serie inglesa de ciencia ficción y aventuras espaciales que nos metió de lleno en el aburrido mundo de Carl Sagan: Todos queríamos ser astronautas y mirábamos al cielo con la esperanza de ver pasar platillos voladores de colores, como el flipado de J.J. Benítez.

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