Sergio González y Carla Hornedo. Maite Bartolomé

Gonvaz, para celebrar por todo lo alto en Bilbao

El camino a Zurbaranbarri se hace corto pensando en las exquisiteces de esta pulpería de barrio que ya es un secreto a voces entre los sibaritas

guillermo elejabeitia

Viernes, 20 de diciembre 2019, 16:34

Echar un vistazo a la agenda de diciembre puede llegar a empachar. Si a las ineludibles reuniones familiares añadimos la cena de empresa, la de la cuadrilla, la de antiguos compañeros de pupitre o la de colegas del gimnasio, apenas quedan días en el calendario, ... y lo que es peor, comienzan a agotarse las ideas para reservar. Seguro que no descubro nada si les digo que esta pulpería encaramada al barrio de Zurbaranbarri es una opción estupenda para celebrar –disculpen el chiste fácil– por todo lo alto .

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Gonvaz (Bilbao)

  • Dirección Vía Vieja de Lezama, 55

  • Teléfono 944456843

  • Carta 30/45 euros

Vale que el restaurante pilla un poco a desmano del centro de Bilbao, pero también es cierto que la imaginativa propuesta de Sergio González y Carla Hornedo merece el trayecto. Esta pulpería de barrio, fundada hace 35 años por los padres de Sergio, se ha ido labrando un nombre gracias al boca a oreja de una clientela que siempre sale satisfecha, pero la participación de la pareja en la última edición del concurso televisivo 'Juego de Cartas' ha conseguido que no quede nadie en Bilbao que no haya oído hablar del Gonvaz.

Su fuerte es evidentemente el pulpo, que bordan en su versión más ortodoxa, pero la gracia de la casa es que consigue descubrir nuevas formas de disfrutar del cefalópodo. No se pierdan las memorables croquetas de pulpo, sobre una bechamel muy liviana con un toque de pimentón y denle una oportunidad a la ensalada templada de idem, que lleva patata cocida, lechuga, tomates cherry y cebolla caramelizada al Pedro Ximénez.

Lubina al horno con verduritas, almejas y langostinos. Maite Bartolomé

Pero además del producto que les ha hecho famosos, Gonvaz hace gala de una despensa envidiable durante todo el año, que a Sergio le gusta vestir con algunos golpes de efecto: salsas orientales, sales aromatizadas, flores, caramelizaciones y hasta polvo dorado. Se agradece el esfuerzo de originalidad, pero en la mayoría de los casos el producto es tan bueno que no le hacen falta aderezos.

Es el caso de las apetecibles zamburiñas a la plancha con salsa teriyaki o de los despampanantes gambones de Huelva. La casa gasta unos chuletones de campeonato, pero si prefieren moderarse prueben la lubina al horno, engalanada con verduritas, almejas y langostinos. Y olvídense de la agenda.

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