Especialidad en alubias de Gernika junto a las cuevas de Santimamiñe

Txema Soria

Lunes, 24 de marzo 2025 | Actualizado 25/03/2025 07:03h.

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Pasar un día en Kortezubi, ubicado en pleno corazón de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, puede ser un plan casi perfecto. Tras pasear por el bosque de Oma de Agustín Ibarrola, visitar la cueva de Santimamiñe o la Fundación Xabier Maiztegi –centro que promueve la educación en la defensa de los animales silvestres– se puede ir a comer al bar asador Lezika. Se trata de un caserío construido a principios del siglo XVI, reformado en 1761, y que David Bengoetxea y su mujer, Beatriz Lagarra, magnífica cocinera, convirtieron en restaurante en 1969 y al que ambos siguen acudiendo de cuando en cuando.

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El asador Lezika cuenta con un comedor principal con capacidad para 260 comensales, un comedor de piedra para 100 personas y una terraza para 120 clientes con vistas a su cuidado jardín. Y tiene un parque infantil para que los más pequeños de la casa se diviertan mientras sus aitas disfrutan de la sobremesa. Berdaitz Bengoetxea, hijo de los fundadores y nacido en este caserío, y su cuñado, Javier Goirizelaia, gestionan el local. Ambos han crecido profesionalmente en el Lezika y lo mismo atienden los fogones que a los clientes.

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Aquí se come con mucho fundamento. En el bar ofrecen raciones de croquetas de jamón, chorizo a la sidra o jamón, además de hamburguesas y bocadillos. En el comedor disfrutarán con una de sus especialidades: las alubias de Gernika, que hacen poco a poco a poco, con sus sacramentos (chorizo, morcilla de verdura, costilla, tocino que es gloria bendita) y piparras. Habrá quien se anime por almorzar algo más y podrá apostar, que no se equivocará, por unas delicadas y sabrosas pencas rellenas de verduras con una suave salsa vizcaína.

Además ofrecen hongos boletus salteados con láminas de foie y la ensalada Lezika con una variedad de lechugas, una salsa secreto de la casa, jamón ibérico, langostinos, gambas, aguacate, cebolla deshidratada, nueces, pasas, tomate Cherry y vinagreta. También se podrán decantar por su apetitosa sopa de pescado o alguno de sus mariscos: changurro al horno Lezika, almejas finas gallegas en salsa verde, a la sartén o a la plancha.

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Para continuar, kokotxas de bacalao a la brasa, merluza Lezika en salsa de marisco con almejas y langostinos o cualquier pescado salvaje a la brasa como piezas grandes de rodaballo, besugo, rape o lubina. Los carnívoros tienen chuleta de buey por encargo o de ganado mayor a la brasa con patatas fritas y pimientos rojos caseros. De postre, no se lo pierdan la pantxineta Lezika (con un hojaldre muy ligero, crema pastelera, mermelada y sirope de chocolate) o cualquiera de sus tartas (San Marcos, de chocolate o de queso). Casi todos los platos pueden pedirse para llevar a casa.