Para comer pintxos ricos en Ondarroa

Acompañados de un buen vino o de txakoli, en su mostrador se ofrecen desde los más clásicos como la gilda, la de txaka, tortilla o champiñones hasta uno de sus delicatessen más apreciados y demandados; el del bonito del norte encebollado, que nunca falla. Tampoco faltan los bocados calientes, los que no se exhiben en la barra pero que preparan al momento, como las raciones de rabas, croquetas y gambas a la gabardina para picotear y chuparse los dedos.

Los fines de semana, desde el viernes a la noche hasta última hora del domingo, la oferta se abre aún más con cazuelitas de pimientos rellenos, chorizo cocido o albóndigas, entre otros, a 4,50 euros. En sus amplias dependencias, de dos alturas, así como terraza de mesas largas en el exterior, también se puede comer alguno de sus siete platos combinados, entre 8 y 15 euros, ensaladas variadas –mixta, césar o ensaladilla rusa– y raciones de jamón ibérico (10 euros).

Otro de sus platos fuertes son los bocadillos de pechuga o lomo, vegetales, de jamón y txaka, además de sándwiches y uno de los platos más solicitado; las hamburguesas Maddi con los ingredientes habituales, además de bacón y huevo frito a seis euros. También incluyen vegetal y la simple, con sólo carne por 4,50 euros.

Y para finalizar, ¿a quién no le gusta rematar sus almuerzos o cenas con un postre delicioso? Y más si se trata de una elaboración casera como en el caso de este local ondarrés que es el único que presenta un brazo gitano relleno de crema pastelera elaborado en el obrador del mismo negocio que conquista hasta los paladares más exigentes.