Cinco de las mejores tortillas de patatas del Gran Bilbao

Ceñirse solo a cinco no sólo es prácticamente imposible, sino un ejercicio casi peligroso. Vaya por delante que hemos incluido en esta lista solo algunas de las más populares, pero somos conscientes de que en cada esquina del barrio más insospechado aguardan tesoros de patata y huevo capaces de alegrar la mañana a sus parroquianos.  Por favor, no dejen de ilustrarnos en los comentarios. No vamos a volver a contarles aquí la legendaria historia de Zumalakarregi haciendo tortillas para la tropa carlista durante el primer Sitio de Bilbao, ni a detenernos en peregrinas discusiones sobre su origen histórico, solo a constatar que en esta tierra hay desde tiempo inmemorial una encendida y exigente afición por la tortilla de patatas. Habitan prácticamente todas las barras del territorio, pero las hay excelentes y francamente mejorables. De ellas depende en gran medida la fidelidad de la clientela. Ahí van un puñado de tortillas que se han ganado a pulso su celebridad.

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La receta de la tortilla de su abuela Peregrina ha granjeado al Periflú una clientela fidelísima en una plaza tan disputada como la calle Ledesma. El artesano se llama Carpo Pastor, hostelero desde los dieciséis y alma pater de este garito con aires de camarote marinero. Su secreto es hacerla en dos tiempos, para que las dos caras queden igual de jugosas, pero no pidan muchas explicaciones y limítense a disfrutar del resultado. 

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Ubicado en el cogollo más animado del Ensanche, rodeado de tiendas, oficinas y hoteles, el Nashville ha conseguido hacerse un nombre que traspasa fronteras gracias a cultivar con esmero el arte de la tortilla. Las tienen en diferentes versiones, pero las clásicas, con o sin cebolla para evitar discusiones, merecen la fama que disfrutan. La clave es que apenas descansan en la barra, ya que vuelan nada más salir de la cocina.

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Hace tiempo que dejó de ser un secreto que en el oscuro salón de juegos de la calle General Concha se comía una de las mejores tortillas de Bilbao. La receta de Nieves, finísima y poco hecha, se ha quedado en la casa tras su jubilación y hace enmudecer las tragaperras al filo del mediodía. 

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Una de las grandes casas de comidas de la villa no puede permitirse el lujo de hacer una tortilla mediocre. Más gruesa que el resto y cortada en contundentes cuadradotes, la tortilla del Kirol sigue la receta de la tía María Luisa, cuentan Andoni y Gorka Zugazagoitia, y sus admiradores se cuentan por legión. Hacen una docena al día y tardan un santiamén en desaparecer.

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En la florida y por momentos sofisticada barra de pintxos de este céntrico bar de Las Arenas destaca por derecho propio la humilde tortilla de patatas, aupada al podio de las mejores del territorio por el exigente público getxotarra. Admite versiones enriquecidas con acierto y mesura, pero la clásica resulta inmejorable.