'Burguer' volcánica y degustación de bacalaos en un local de la costa

Romualda fue quien comenzó a elaborar las míticas tostadas que ya son un clásico en el Okela. «El fin de semana podemos llegar a vender 90», cuenta Javier. Su madre también tenía «buena mano con los pasteles, sobre todo con el de arroz».

En sala, con capacidad para medio centenar de comensales sin contar la terraza, atiende con gusto su mujer, Iratxe Duñabeitia. Uno de los platos estrella que a menudo les sirve es la degustación de bacalao tres gustos (16,90 €). «A la vizcaína, al pil-pil y con pimientos», ilustra el cocinero. Las lucidas ensaladas también son un 'must' de este local del pueblo marinero, como la de láminas de bacalao con langostinos y piquillos (17 €). El menú tampoco envidia a la carta, porque en él se puede encontrar «lomos de cabracho sobre fondo de marmitako o brochetas de salmón con langostinos».

El Okela hace honor a su nombre con un vistoso expositor de carne, que «le da algo. Nos sorprende porque le quita el agua y coge muchísimo más sabor». Ellos mismos deshuesan la media ternera de unos 170 kilos que suelen adquirir. Así continúa la saga de carniceros de su familia, que antaño distribuían al conocido sanatorio.

Para abrir boca, su hamburguesa a la piedra de lava volcánica (12 €) con el pan casero de su propio obrador merece mención aparte. «Sabe a brasa –revela–. Es carne y sal, no tiene nada más, pero es otro mundo».