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El cocinero Joseba Zuazo. Blanca Saenz de Castillo
Arcos de Quejana, un palacio lleno de alta cocina y de arte

Arcos de Quejana, un palacio lleno de alta cocina y de arte

El caserón del valle de Ayala acoge el talento de Joseba Zuazo en los fogones y el proyecto artístico y solidario del empresario Ángel San Mamed

Jueves, 2 de septiembre 2021, 22:20

La Guía Michelín de este año ha incluido a Arcos de Quejana con el distintivo 'Plato Michelin: Una cocina de calidad', convirtiéndose así en el único restaurante del Valle de Ayala en formar parte de la prestigiosa guía culinaria. Joseba Zuazo, el chef, y su empresario, Ángel San Mamed, han sido los ganadores de este premio por su empeño en trabajar los productos locales con el mimo que necesitan. De hecho, recientemente han incluido en su oferta culinaria el cabrito asado que crían los ganaderos de la zona al aire libre. La ubicación de este hotel y restaurante es uno de los señuelos que atraen a clientes de toda España.

Arcos de Quejana (Valle de Ayala)

  • Dirección Carretera Beotegi s/n

  • Teléfono 945 399 320

  • Web www.arcosdequejana.com

  • Precios Alcachofa confitada rellena de duxelle de champiñones sobre infusión de ibéricos: 6 euros; croquetas melosas de jamón o bacalao: 9 euros; rape a la brasa: 24 euros; carrilleras estofadas: 18 euros; chuletón a la brasa: 39 euros/kilo. Menú ejecutivo del día: 25 euros

En plena naturaleza, con unas vistas impresionantes al valle, comer en el Arcos de Quejana es un placer para todos los sentidos. Trabajan la brasa como pocos, y en ella ponen desde pulpo hasta chuletón, pasando por cualquier pescado del día que llega a las lonjas y el propio solomillo. En los entrantes, además de jamón ibérico y las deliciosas anchoas de Karmelo Toja, hay unas croquetas deliciosas de bacalao y de jamón. También gusta mucho la alcachofa rellena de champiñones y las mollejas de lechal, con sal de ajo, perejil y patatas paja, así como la morcilla de Artziniega con piperada y tomate natural.

Pulpo a la parrilla sobre patata rota y aceite, alioli de pimentón de La Vera y ahumado al sarmiento.

Entre los pescados, hay chipirones de Ondarroa a la plancha con cebolla caramelizada y merluza de anzuelo al horno o rebozada. Y entre las carnes, aparte de las que van a la brasa, triunfan las carrilleras de vacuno estofadas al vino tinto con cremoso de patata y mantequilla y pimientos asados en casa. En los menús, puede haber platos tan suculentos como el arroz caldoso de pescado y mariscos, el salteado de verduras con vichyssoise, los medallones de solomillo rebozados con cremoso de castañas, o la ensalada templada de foie y hongos.

Otro (uno más) de los alicientes de este singular espacio es su relación con el arte. El 28 de mayo de este año se inauguró 'La Robleda de los Sueños', un museo al aire libre único en el que han participado 25 artistas de renombre nacional e internacional. Cada artista ha pintado el tronco de un roble en el que ha podido plasmar su arte con el diseño, estilo y motivos que ha deseado. Y es que Arcos de Quejana nació en la mente de un empresario con ramificaciones artísticas y solidarias.

Chipirones de Ondarroa a la plancha con cebolla caramelizada.

Su afán por ser diferente, allá por el 1994, le llevó a abrir un hotel en una casa antigua de una pequeña población. San Mamed intuyó que el valle de Ayala tenía virtualidades para cumplir su sueño y durante años fue enriqueciendo su proyecto con una inteligente acumulación de obras de arte.  De este modo, a día de hoy, los muros del Palacio del siglo XVII en el que se encuentra el hotel-restaurante, se visten con obras pictóricas de artistas tan importantes como José María Pinto o Juan Echegoien.

Exposiciones temporales de pintura, performances y clases magistrales son sólo algunos de los eventos que se han llevado a cabo en este mágico lugar. Fuera, en el exterior del hotel, se encuentran el mural 'Homenaje a Japón' y la gran escultura-fuente 'Flor de Vida'. El origen de ambas obras hay que buscarlo en el terremoto y tsunami que asolaron la costa oriental de Japón en el año 2011.

Maigret de pato.

En el año 2020, Arcos de Quejana cumplía 25 años y Ángel San Mamed creyó que el Bosque Solidario podía vestirse para la ocasión con colores vivos y además sus robles engalanados podían hermanarse con diferentes causas sociales para así cobijar bajo sus ramas aquellas causas que preservar e incentivar. 25 años, 25 robles, 25 pintores y 25 asociaciones/fundaciones benéficas formarían el culmen del proyecto.

Para ello contó con apoyo de Sonia García, comisaria del proyecto, y del pintor José María Pinto quién consiguió reunir a 25 artistas y soñadores que aceptaron hacer su magia para aunar corazones de una manera completamente desinteresada consiguiendo formar una unidad partiendo de un grupo heterogéneo, unidad en el sentido de trabajo, empresa, objetivo. Todos los pintores y pintoras son de prestigio internacional contrastado: José Abel, Teresa Ahedo, Eduardo Alsasua, Pilar Álvarez, José Miguel Arranz, Martín Ballesteros, Leticia Gaspar, Juan Humaran, Teresa Lafragua, Jon Landa, Miren Manterola, Carmen Mateos, José Manuel Méndez, Ramón Pérez, José María Pinto, Porrilló, Aitor Rentería, José Reyes, Richard, Leire Sainz de Aja, Justo San Felices, Ana Schmidt, Guillermo Sedano, Jesús Susilla y Fernando Ureta.

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