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Boletus con yema. G. E.
Aker (Cuzcurrita): La magia de lo sencillo

Aker (Cuzcurrita): La magia de lo sencillo

Un cupón ganador dio a esta familia de currantes la posibilidad de montar en La Rioja un asador en el que se come de vicio

guillermo elejabeitia

Viernes, 8 de noviembre 2019, 13:01

Todo empezó con un cupón de la ONCE. «Bueno, con unos cuantos», puntualiza Ana Arnáez. Agosto de 1997, la familia Burgoa regenta el bar de los jubilados de Cuzcurrita (a 12 kilómetros de Haro) y el vendedor de lotería entra por la puerta. Ana se ... limpia las manos con el delantal y le pide un boleto. El sudor de horas de trabajo en la cocina le corre por la frente. Tiene un presentimiento: «¡Compra cinco, no seas rácana!». Siempre había tenido fama de ser un poco bruja y aquel 13 de agosto la demostró. Con las lágrimas de San Lorenzo a la familia le llovieron también un puñado de millones de pesetas. No los bastantes como para retirarles de la hostelería, pero si los suficientes para montar un negocio propio.

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