Borrar
Urgente Muere un narcotraficante tras chocar su narcolancha con una embarcación de la Guardia Civil en Tarifa
Jokin, del camping Arketa, se asoma a una caravana con un plato de sardinas asadas. Ignacio Pérez
Los mejores restaurantes en campings de Euskadi

Los mejores restaurantes en campings de Euskadi

Los restaurantes situados en los espacios acotados a tiendas y caravanas se esmeran para alimentar a alojados y a quienes les visitan

Viernes, 20 de agosto 2021, 00:24

Pintxos, bocatas, platos combinados, hamburguesas y también a la carta. Los restaurantes de los campings han evolucionado mucho, solo hay que ir a comprobarlo a lugares como El Roble Verde, el camping de la localidad alavesa de Nuvilla que siempre ha presumido de estar en un entorno perfecto para el relax y las caminatas –es lo que tiene tener al lado San Vitores y la Sierra de Tuyo, las cimas de Atalaya, Cantoblanco, Montemayor y Somo, y los bosques de encina, roble, quejigo y pino de la Cuadrilla de Añana– y que desde el verano pasado presume también de una cocina muy elaborada, la que lleva Josu.

Blanca Saenz de Castillo

Baste mencionar el Menú Valle Salado, que consiste en siete platos que juegan con siete sales distintas producidas en las cercanas salinas de Añana. Al gazpacho de fresa, el talo con escalibada, la alubia pocha alavesa con piparra y tocino, el lomo de bacalao con alioli y el solomillo en salsa provenzal –y de remate la crema de membrillo con nueces y flor de Idiazabal y el helado de limón con gelatina de mojito– les ha encontrado Josu la sal perfecta de entre todas las que tiene a mano para que los comensales entiendan el sitio en el que están. 35 euros cuesta el menú, que hay que encargar con antelación y se sirve para mesa de cuatro.

Con este tipo de propuestas el responsable del restaurante de El Roble Verde quiere conseguir que los visitantes se acerquen también fuera de la temporada alta, que es ésta, en la que más platos combinados y hamburguesas salen de sus fogones. También tienen menús de diario, a 12,50 euros, y de fin de semana, a 19,50; para los más pequeños, el infantil mantiene cada día de la semana su precio de 7,50. «Trabajamos con productos de la zona, de aquí, siempre que podemos», anuncia.

Iñigo royo

En Los Fogones de Lucía, en el camping Zingira (Orio), se están pensando abrir más días en temporada baja porque ya tiene habituales que le dicen que la echan de menos. Lucía abrió su restaurante vegetariano en 2019 y la cosa funciona muy bien. En este tiempo ha convencido a mucha gente de que hay más sabores, mucho más amplios, en el mundo de la verdura, la hortaliza y la fruta que en el de la carne y el pescado.

Lo suyo es un estilo de vida personal y profesional que sigue sorprendiendo con platos muy elaborados que nada tienen que ver con la imagen típica –para el no iniciado– de «la lechuga y la verdura al vapor», explica. Seitán hecho allí mismo, a la plancha y con verduritas a la parrilla, risotto de setas, curry, croquetas de arroz al curry, samosas, «un brownie espectacular y un tiramisú de verdad. Y el jardín de las manzanas, un postre con hojaldre de manzana y flores comestibles». El jardín es vegano, lo demás vegetariano. El ticket medio sale por unos 25 euros y te aseguran que ningún plato ha pasado por el microondas y que el uso de los congelados es escasísimo.

El equipo de cocina del Leagi. IGNACIO PéREZ

En el camping de Leagi (Mendexa), ofrecen todo el año una buena carta de pescados y la verdad es que a las carnes tampoco le hacen ascos. «A la plancha y al horno», dice Alberto, que cuenta una larga historia de más de 30 años sirviendo a campistas y visitantes que deciden parar en un restaurante que, como el resto del complejo hostelero, está situado en la cumbrera del río Lea, con Lekeitio como telón de fondo. El ambiente marinero y el rural se dan aquí la mano en todos los sentidos, y la mesa no iba a ser una excepción: «lubina, rodaballo, besugo no tanto qué vaya precio que alcanza... y chuleta, solomillo, cordero, cabrito. Aquí tenemos de todo, todo el año».

Otro rincón netamente cantábrico es el que ofrece el Asador de Laida, junto al camping de Arketa, en Ibarrangelu. Como indican en el camping, «en los días soleados de verano, tras tomar el sol en la playa, caminar por el monte o pasear bordeando la ría, mucha gente se acerca hasta el comedor». Es lo que tiene que Jokin y su gente se esmeren cada día tanto con el pollo asado y los bocadillos y los pintxos como con los platos más elaborados de la carta.

Sardinas de Arketa. Ignacio Pérez

Pimientos de Gernika y ensaladas refrescantes acompañan a la perfección a las sardinas, el txitxarro y el bonito a la plancha, el bacalao en varias recetas y los txipirones en su tinta. Pero si le preguntas a él, Jokin recomienda sin duda la ijada de bonito. Lo repite: ven a comer ijada de bonito (por 40 euros más o menos comen dos, ensalada y bebida incluidas). O la chuleta, «muy buena».

En la Cervecera de Sopelana las opciones son muchísimas. El pollo asado es un 'must', por supuesto, como las raciones de chorizo a la sidra y de morcilla, los pimientos y las jarras de cerveza. Pero el público manda y aquí se hace mucha chuleta a la parrilla o un buen entrecot, y para empezar se puede pedir un plato de jamón. «Con la carne del entrecot hacemos unas hamburguesas caseras bien hermosas», anima Gorka, el dueño, a ampliar el menú. «Y sartenekos, un plato muy de aquí, también tiene mucha salida».

Ahora en verano trabajan el pescado de temporada, como «la rueda de bonito a la plancha con piperrada. La base es siempre el producto de primera calidad, también en los vinos. Tenemos una carta de vinos importante». En la cervecera se puede alargar el día en el 'sunset point', para ver cómo se esconde el sol, o hacer el pedido desde la misma playa vía página web.

Buenas vistas, espacio reformado, «y buen servicio, eso quiero que lo pongas, por favor. Somos 25 personas trabajando para agradar al cliente, capitaneados por Borja en el comedor y Lorena en los fogones». Algo sencillo, como la sarteneko con cerveza, sale por 16 euros; comer el pescado, entre 20 y 25.

Ambiente en Acedo.

Para cambiar de escenario y volver a la montaña, es una buena opción el navarro Camping Acedo. Situado en la zona media de Navarra, a 20 kilómetros de Estella y entre las sierras de Lokiz y Codés, las vistas son espectaculares y el entorno, tranquilo tranquilo. En su restaurante con dos tenedores hay menú del día por 12 euros de lunes a viernes y por 20 los fines de semana, y en ellos nunca falta la «cocina tradicional navarra, los guisos clásicos» como no faltan las cazuelicas –de bacalao ajoarriero, de callos, por ejemplo– y los fritos –de jamón y queso, de pimientos–.

Las rabas, o los fritos de calamar, son el gran éxito de los días de vacaciones a la hora del vermú. Y los bocatas de pan recién hecho y las hamburguesas se han convertido en un buen recurso a casi cualquier hora del día. Para comer allí o para llevar, «que se ha puesto de moda con esto de la pandemia, ya sabes», recuerda Eugenio.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Los mejores restaurantes en campings de Euskadi