Recetas con las que el tiempo vuela en la cocina

Tener el caldo de pollo caliente. En una olla ancha y baja con mantequilla, sofreír los fideos con los ajos aplastados y añadir sal.

Cuando los fideos empiezan a tostarse, añadir las chalotas y el jamón y sofreír.

Mojar con el vino, reducir y añadir caldo de pollo justo hasta cubrir y cocer a fuego suave. Conforme el caldo se va consumiendo, añadir más, sin dejar nunca de remover. Repetir este gesto 4 o 5 veces más.

Mientras, sobre la tabla desmigar el pollo asado y picarlo toscamente. Picar el perejil sobre la tabla.

Mojar los fideos con caldo de pollo hasta que estén hechos, 10 minutos.

Volcar el pollo desmenuzado y el perejil picado. Rallar una pizca de cáscara de limón y unas gotas de zumo.

Añadir la salsa de pollo y remover, guisando a fuego suave.

Rectificar el sazonamiento y pimentar.

Rehogar las 2 cebolletas, el aceite, el ajo y la sal, hasta que la mezcla quede sudada, sin coger color.

Poner a hacer la salsa.

Amasar en un bol las carnes, las yemas, los huevos, el perejil, el pan rallado, la miga escurrida, la sal y la pimienta.

Volcar la verdura pochada de la masa a la mezcla de carnes.

A la cebolleta de la salsa, añadirle las setas y rehogarlas hasta que cojan una buena coloración.

Hacer una mini hamburguesa de la masa de carne y tostarla en la sartén, para rectificar sazón.

Mojar el fondo de salsa con el caldo y dejar hervir 15 minutos.

Tener una sartén al fuego, donde se saltean con una pizca de aceite las chapelas de champiñón.

Mezclar las chapelas en la cazuela.

Añadir fuera del fuego un chorro de aceite de oliva y perejil picado.

Cortar los lomos de bacalao en tacos, 200 g ramos cada uno.

Picar las cebolletas y los pimientos verdes y pocharlos en una cazuela con 200 gramos de aceite de oliva a fuego suave durante 20 minutos o hasta que esté bien hecho. Añadir la pulpa de pimiento choricero, el tomate frito y cocer durante otros 5 minutos. Poner a punto de sal y reservar caliente.

En otra cazuela confitar el bacalao con el resto del aceite de oliva y los dientes de ajo pelados a fuego mínimo (50ºc) durante 8 a 15 minutos dependiendo del grosor del lomo del bacalao.

Retirar el aceite y montar un pilpil. Apartar el bacalao y añadir el pilpil al sofrito.

Incorporar nuevamente los lomos en lascas y mezclar cuidadosamente, calentar hasta que el calor entre en el bacalao, espolvorear con perejil picado y servir.

Colocar el ajo picado junto y el aceite en una cazuela ancha y baja a fuego suave. Cuando el ajo comience a bailar antes de que dore, añadir la guindilla picada, seguidamente agregar la harina y el vino y cocer 30 segundos.

Mojar con el agua y llevar a ebullición durante 2 minutos.

Agregar las almejas, darles un golpe de calor fuerte hasta que se abran.

Añadir el perejil picado, probaremos el punto de sal y a comer.

Truco: Antes de servir, añadir un chorrete de aceite de oliva crudo.

Colocar en un recipiente apropiado los ajos, el aceite, una pizca de guindilla y sal.

Cocinar destapado a máxima potencia durante 2 minutos.

Añadir el pan, la salsa de tomate, el pimiento choricero, el pimentón, una pastilla de caldo, agua caliente, sal y 2 lomos de bacalao.

Cocinar tapado a máxima potencia durante 15 minutos.

Rescatar los lomos de bacalao, que luego harán de tropezón, y desmigarlos.

Dejar reposar a cubierto unos minutos.

Introducir el bacalao desmigado en su interior y dar unas vueltas.

En una olla ponemos 1 litro de leche, la canela, el limón y la sal.

Cuando rompa el hervor incorporamos el arroz y removemos sin parar a fuego vivo hasta que se evapore.

Bajamos el fuego a mínimo y vamos añadiendo leche que tenemos ya hervida en cantidades muy pequeñas.

Vamos removiendo todo el tiempo e incorporamos leche cuando veamos que se va secando.

Cuando hayamos acabado la leche añadimos la mantequilla y el azúcar, mezclamos bien y retiramos. Requemamos con un poco de azúcar y emplatamos en platos hondos.

Cascar los huevos y separar las claras de las yemas.

Blanquear las yemas en un bol junto a los 320 gramos de azúcar y la sal.

Agregar la mantequilla fundida.

Tamizar la harina y agregar poco a poco para que no se hagan grumos.

Montar las claras junto a los 40 g de azúcar restantes a punto de nieve y añadir con la ayuda de una lengua a la mezcla anterior. Agregar el cogñac.

Encamisar un molde con un poco de mantequilla, la harina y verter la masa en el interior.

Hornear a 170º durante 1 hora aprox.

Sacar del horno, desmoldar y pasar a una rejilla para que enfríe bien.