Supermercado a principios de los 60. Paul Townsend, Flickr CC BY-ND 2.0

Así fue el primer supermercado de Bilbao

Historias de tripasais ·

Inaugurado el 12 de agosto de 1958, el supermercado del Ensanche fue el segundo establecimiento autoservicio de España. El primero abrió cinco días antes en San Sebastián

Ana Vega Pérez de Arlucea

Jueves, 7 de junio 2018

El 12 de agosto de 1958 la prensa bilbaína recogía un importante anuncio del gobernador civil: «En el día de hoy será inaugurado con asistencia del ministro de Comercio el supermercado instalado en la plaza del mercado del Ensanche». ¡Lo nunca visto! ¡Un supermercado! ... Aquellas tiendas enormes llenas de alimentos envasados y en las que uno se podía llenar su propia cesta —el acabóse— sólo las habían olido los bilbaínos en las películas americanas.

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Cinco días antes los donostiarras habían sido testigos de la apertura del primer súper de España. Aquella tienda de autoservicio de los bajos del Kursaal había sido inaugurada a bombo y platillo por autoridades del régimen franquista, aparición en el NO-DO incluida, como símbolo del desarrollo económico del país. Alberto Ullastres, ministro de Comercio, había viajado el año anterior a Estados Unidos con una delegación de empresarios para conocer los adelantos yanquis y se había quedado tan impresionado con las tiendas de allí que a la vuelta decidió montar la 'Operación Supermercado', un plan que gestionó el montaje y apertura de varios supermercados de gestión pública.

Ahora un súper nos parece de lo más corriente y moliente, pero en 1958 era una novedad increíble. Al contrario de los antiguos ultramarinos y tiendas especializadas, los supermercados ofrecían todo tipo de comestibles en un solo lugar, permitían servirse uno mismo y evitaban colas o esperas por la atención del dependiente. Los bilbaínos debieron de alucinar al saber que iban a ser ellos los siguientes en gozar de un moderno supermercado. Con la Semana Grande a punto de empezar, era un buen momento para acercarse a aquel mágico establecimiento, cotillear y comprar para todas las fiestas.

Cuatro chuletas, 23 pesetas

El mismo ministro de Comercio inauguró el súper bilbaíno, con la asistencia del gobernador civil, el presidente de la Diputación, el alcalde de Bilbao y el obispo Gúrpide, que bendijo la ocasión y las futuras compras. La tienda ocupaba la planta superior del mercado del Ensanche, un espacio cedido temporalmente por el ayuntamiento bilbaíno para ver si aquel tipo de comercio tenía éxito.

Al día siguiente, 13 de agosto, el público bilbaíno pudo entrar en el supermercado. Con un horario de nueve a una y media de la mañana (los sábados abría también de cuatro a siete y media de la tarde) el local tenía 22 neveras frigoríficas alimentos para congelados y refrigerados además de 18 estanterías metálicas en las que lucían productos como sopas, conservas, harinas, arroz o fruta. Para hacernos a la idea de los precios, el diario La Gaceta del Norte contaba que «cuatro raciones de carne picada con un peso de 330 gramos, llamada Hamburguesa, y en su envoltura aséptica de celofán valen 11 pesetas; cuatro chuletas de 450 gramos 23 pesetas, pollos sin cabeza a 85 pesetas kilo y con cabeza a 70».

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Hubo cierto miedo a que la libertad del 'sírvase usted mismo' propiciara hurtos y picaresca, pero al parecer no hubo ningún robo que lamentar debido a «la educación y el sentido moderno del vivir de las gentes de la villa». En realidad lo que la Comisaría General de Abastecimiento buscaba era que el éxito de este piloto sirviera de estimulante para la apertura de supermercados privados, y así fue. En agosto del año siguiente la cadena vizcaína MiniMax ya tenía cuatro supermercados en la provincia entre Bilbao, Algorta, Santurtzi y Las Arenas en los que el cliente encontraba «hasta 2000 artículos de prestigio y garantía». No sabemos cuánto tiempo estuvo abierto el súper del Ensanche pero al parecer cumplió perfectamente su función.

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