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Hay que tener mucha confianza en uno mismo, mucha fe en el trabajo propio, para ofrecer en una pequeña localidad del Occidente asturiano un menú centrado únicamente en la cocina asiática. Hace ahora diez años, Diego Fernández, tras pasar por las cocinas de Casa Marcial ... y Casa Gerardo, desembarcaba en Tox, una aldea a cien kilómetros de Oviedo y de Gijón, para abrir su propio restaurante. Nacía así Regueiro. Una apuesta personal muy fuerte de la que ha salido más que airoso.
En los primeros años con una cocina tradicional aprendida en sus experiencias anteriores. Excepcionales croquetas (la escuela 'croquetil' de Nacho Manzano es única) o un arroz con pitu de caleya que poco tenía que envidiar al de su maestro. Platos que alternaba con otros más 'modernos' que ya evidenciaban su gran potencial.
Un viaje por Oriente hizo que Diego cambiara completamente el chip. Y de pronto en sus menús empezaron a aparecer platos de influencia asiática y otros de inspiración mexicana. Nuevos viajes al Extremo Oriente y más radicalización en las propuestas. Croquetas y pitu quedaron relegados (aunque se mantienen en un menú optativo) ante unos platos potentes, técnicamente impecables. Hay en Regueiro mucha cocina, hay fondos, hay producto, hay sabor y hay una visión personal de aquellas cocinas de las que el cocinero se enamoró en sus viajes.
Ahora, en su décimo aniversario, Diego ha renovado por completo el comedor y la cocina y tras un largo periodo de obras ha reabierto hace unos días el restaurante. Sin carta. Sólo menús. El más representativo de su estilo de cocina, el más completo, es el llamado Hedonista. Con la única excepción de las magníficas croquetas, que son santo y seña de la casa, se centra esta temporada en la cocina india, con los curries como protagonistas.
No conozco ningún restaurante de genuina cocina india en España cuyos platos alcancen el nivel de los que he podido probar en este menú. Sin miedo a las especias ni a los picantes, con un dominio excepcional de los curries, con una sensibilidad especial para las combinaciones de ingredientes, con los puntos precisos. El espléndido suquet de raya acompañado por un pan roti, el curry de berenjena con chile kashmiri, cilantro y tamarindo, o el panang de interiores de codorniz son elaboraciones que nos acercan a la mejor cocina de la India. Pero en una aldea asturiana.
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