El grupo Nove y Ribadeo

Entre las ausencias, la más destacada es la de Marcelo Tejedor, que fue uno de los principales impulsores del grupo y al que sus colegas no han tratado demasiado bien como ya pudimos comprobar en el documental 'Cocinando en el fin del mundo', dedicado a Nove y que se exhibió en el Culinary Cinema del Festival de Cine de San Sebastián hace seis años. Ni una sola mención en él al gran cocinero compostelano, verdadero artífice de esta asociación.

Aunque menos mediático que muchos de sus colegas, otro de los fundadores del grupo Nove es Antonio Botana, que durante trece años fue cocinero y propietario de Pandemonium (Cambados), donde dio buena muestra de su sólida técnica y de su capacidad para realzar el buen producto gallego a través de platos sencillo y ricos.

Como tantos otros, el restaurante cerró sus puertas. Y Botana ha dado un salto desde las Rías Baixas hasta la Mariña lucense para reaparecer al frente de las cocinas de un encantador hotel en el centro de Ribadeo. Buena noticia para esa zona del nororiente gallego, limitando con Asturias. En Araucaria recuperamos a un cocinero de categoría que merece más notoriedad de la que ha recibido. Platos como el lomo de jurel con cebolla roja encurtida, el huevo mollé con patata y chorizo, el bonito de Burela al curry de verduras o el lomo de bacalao con sidra están en un nivel muy alto.

El trabajo del grupo Nove ha sido fundamental en estos casi veinte años para poner en valor la gastronomía de la región y darle visibilidad. Con Antonio Botana, uno de sus artífices, el grupo llega también a Ribadeo, extendiendo su presencia y su influencia por la geografía gallega.