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Abel Valverde, jefe de sala del restaurante Santceloni, revisa hasta el más mínimo detalle. Sandra Jabalera
UN GRAN EQUIPO HUMANO

UN GRAN EQUIPO HUMANO

Lunes, 1 de octubre 2018, 14:17

No puede haber un gran restaurante sin un gran equipo humano detrás. Me reafirmaba en ello la pasada semana mientras comía en el que desde hace muchos años es para mí uno de los dos mejores de Madrid: Santceloni. Está claro que la perfección no ... existe, pero pocos sitios se acercan tanto a ella como esta casa que reúne las cuatro patas fundamentales para que se pueda decir que un restaurante es excelente. Primero las instalaciones. El comedor conjuga elegancia, lujo discreto, espacio entre mesas, mil y un detalles cuidados al máximo… Más ese espacio para la sobremesa con la mejor cava de puros de España y una oferta de destilados inigualable. Segundo, el servicio de sala. Desde su apertura hace casi dieciocho años se convirtió en referencia en Madrid. Abel Valverde es un enorme profesional que ha sabido formar un equipo que funciona como un reloj. Amabilidad extrema, discreción máxima. Sin engolamientos innecesarios. No hay que pedir nada porque siempre hay alguien pendiente. Pero sin agobiar. Sin que apenas el cliente se dé cuenta. Emplatando en sala, cuidando todos los detalles. Tercero, la bodega. Manejando más de 1.600 referencias, David Robledo es uno de los mejores sumilleres que ejercen en Madrid. Menos mediático que otros colegas pero con un conocimiento profundo y una gran capacidad para conectar con los clientes. Discreción, amabilidad, riesgo y conocimiento, cuatro virtudes fundamentales para un sumiller.

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