Borrar
Urgente Grandes retenciones en Rontegi, La Avanzada y el Txorierri por un accidente entre dos vehículos
Adobe Stock
Lechugas y espinacas para protegernos de mayores

Lechugas y espinacas para protegernos de mayores

La vitamina K, presente sobre todo en los vegetales de hojas verdes, protege contra el riesgo de fracturas óseas en la vejez, un problema de salud tan serio como que puede poner en riesgo la vida

Martes, 26 de marzo 2024, 17:31

Los que peinamos canas y quizás alguno más joven seguro que recuerdan aquellos dibujos animados en blanco y negro de Popeye, Brutus y Olivia. ¿Se acuerdan? El viejo marino nos invitaba a comer espinacas porque, según decía, contenían mucho hierro y eso nos haría más fuertes. Pues era absolutamente falso... y se sabe desde hace tiempo. La ciencia había demostrado que aquello no era cierto, pero los guionistas de Popeye no se enteraron o lo dieron por bueno y el mundo, gracias al auge de la televisión, se lo creyó. Todo esto, y disculpen si me he enrollado, es para devolver a las espinacas su papel protagonista. No tienen hierro, pero comerlas es una de las mejores cosas que puede hacer uno por su salud. Constituyen uno de los mejores tesoros que pueden guardarse para un envejecimiento saludable.

¿Recuerdan aquello de 'quien tuvo, retuvo y guardó para la vejez? Pues eso. Un estudio de la Universidad de Edith Cowan ha demostrado que una mayor ingesta de vitamina K se relaciona con un menor riesgo de fracturas óseas en una etapa avanzada de la vida. El tema es de una importancia trascendental, porque el 90% de los casos de fractura de cadera se produce en personas mayores de 64 años, la mayoría de ellas mujeres que, por una razón hormonal, tienen huesos más frágiles.

Por cierto, a lo que iba. ¿Sabe de dónde podemos encontrar vitamina K a saco? Justo, en las espinacas y en todos los alimentos verdes, como lechuga, col, berza, brócoli, aceites vegetales, frutas como los higos... Busque el color verde en frutas y hortalizas y ahí la encontrará.

Una o dos porciones al día

La relación entre la vitamina K1 y su papel protector frente a la osteoporosis era algo conocido. El trabajo de esta Universidad australiana tiene el mérito de que ha permitido demostrar el potencial preventivo de este tipo de alimentos, que si se refuerzan en la dieta posibilitan afrontar la fragilidad ósea propia de la vejez de una manera mucho más segura. No son una vacuna, pero sí un escudo protector.

El estudio consistió en analizar la relación entre las hospitalizaciones por fracturas y el consumo de vitamina K1 en casi 1.400 mujeres mayores, que fueron seguidas durante 14,5 años. Lo que vieron es que las pacientes que consumían más de 100 microgramos de vitamina K1 –que viene a ser como 125 gramos de vegetales de hojas oscuras o, en su defecto, una o dos porciones de vegetales– tenían un 31% menos de probabilidades de sufrir una fractura en comparación con las que consumían menos cantidad. Ese peso, 100 microgramos, no está puesto al azar, porque hasta la realización de este estudio la recomendación preventiva en Australia era de 60 microgramos al día.

El riesgo de romperse la cadera

La vitamina K1 no sólo es fantástica para fortalecer los huesos. También actúa como un potente protector de la salud cardiovascular. Puede tomarse como suplemento, en forma de pastillas, que requieren la supervisión de un especialista, pero lo más fácil –y lo mejor, no lo dude– es tomarla de forma natural. Ya sabe, del mostrador del supermercado a la cesta.

Las caídas, recuerde, representan uno de los mayores peligros para la salud de las personas mayores. Para muchos abuelos, una pérdida repentina del equilibrio puede suponer el final de su independencia. Algunos trabajos hablan de que el 40% de los ancianos que se rompe la cadera por un mal paso no vuelve a andar. Y ocurre con muchísima frecuencia.

La edad crítica para un accidente así comienza a los 70 años. El índice de mortalidad en el primer año después de una fractura de cadera oscila, ojo, entre el 14 y el 36%. Los médicos hablan de tres medidas simples para la prevención. Además de suprimir obstáculos en las casas, hay que evitar medicamentos que produzcan somnolencia y operar a los mayores de cataratas. Ahora, además, sabemos que las verduras, cuanto más verdes, mejor.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Lechugas y espinacas para protegernos de mayores