La receta más sencilla y saludable para hacer natillas caseras, según la OCU

Aunque en realidad existe una receta para elaborar natillas caseras sin usar el sobre de polvos. Se pone la leche con la vaina de vainilla (la vaina abierta y su contenido en la leche), se lleva a ebullición, se retira del fuego y se deja ebullición, se retira del fuego y se deja infusionar 10 minutos.

Después, en un bol se baten las yemas con el azúcar y la maicena. La leche templada se va añadiendo poco a poco a la mezcla de yemas. Una vez esté todo mezclado, se pone al fuego a temperatura media (no fuerte) y sin parar de mover, hasta que la mezcla espese. Verter en recipientes y decorar con canela.

Ingredientes para 4 personas:

• Medio litro de leche

• 5 yemas de huevo

• 50 gramos de azúcar

• 2 cucharadas de harina de maíz

• Vaina de vainilla

• Canela para decorar

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado un total de 33 natillas a la venta en los supermercados, con una fuerte presencia de marcas blancas -casi el 60%-, cuyas muestras se han llevado a analizar a un laboratorio acreditado. Todos cumplen con la normativa vigente en materia de etiquetado. No obstante, advierte el estudio desde un inicio, «hay margen de mejora». Por ejemplo, explican, la incorporación del Nutriscore, la información nutricional en el envase o una forma de contactar con el fabricante por teléfono o email.

Las natillas del estudio tienen un peso que oscila entre 115 y 125 g. Resulta «curioso», dicen desde la OCU, cómo algunas marcas han ido reduciendo su contenido a lo largo de los años -tradicionalmente era de 125 gr.-, en una práctica denunciada por la propia OCU, sin que esto tenga su traducción en el precio de compra.

Lejos de lo que pudiera pensarse, «no son productos excesivamente calóricos», señalan. Su contenido energético oscila entre las 135 kcal por envase de las natillas de vainilla, 146 de las cremas de chocolate y 167 kcal de las natillas con galleta. Ahora bien, cuentan con altos contenidos de azúcar, con valores que rondan los 18 g. por envase en natillas de vainilla, 20 g. en las de chocolate y más de 21 en las de galleta.

Las natillas se elaboran con una base de leche, azúcar, leche en polvo junto con aditivos, como almidones modificados, gomas y espesantes, además de aromas y colorantes, enumeran desde la Organización de Consumidores y Usuarios. Entre la larga lista de 18 aditivos diferentes encontrados, hay varios no recomendados por OCU, como los difosfatos o el fosfato de sodio, empleados como antioxidantes y agente de textura, o los almidones modificados presentes en 29 de los 33 productos del estudio.

Cabe reseñar que en las natillas de chocolate, el contenido de chocolate ronda el 2,5%, una cantidad muy baja del ingrediente que da nombre al producto, que además, solo está presente en la mitad de las natillas de este tipo, por lo que, apuntan, «se hace necesario añadir aromas para dar sabor».

Las natillas son lácteos que se deben almacenar en frío. La OCU ha sometido sometido a todos los productos a «una extensa batería de análisis microbiológicos» y los resultados, revelan, han sido «excelentes». Las mayores diferencias se han encontrado en la degustación, durante una cata llevada a cabo por un panel de expertos en la que se han evaluado cuestiones como el aspecto, olor, sabor y textura. En la prueba, los jueces han detectado aromas «demasiado intensos y poco naturales» y texturas demasiado líquidas.

Dentro del grupo de natillas de vainilla, destacan Eroski, Milsani (Aldi), Caprichoso (Dia) y El Corte Inglés. En el grupo de natillas de chocolate, la mejor valorada es Danet, mientras que en el grupo de natillas con galleta es IFA Eliges. Eso sí, ojo, ni un solo producto supera los 60 puntos en la calificación global para ser considerado de buena calidad. La culpa: el exceso de azúcar en el 100 % de las natillas y los malos resultados obtenidos en la degustación de algunas marcas.