Los menús de Suárez y Garaikoetxea

Primero el presidente fue recibido por el lehendakari en el aeropuerto de Vitoria y trasladado al palacio de Ajuria-Enea, donde tuvo lugar una entrevista privada entre ellos seguida de una reunión de trabajo en la que participaron Rodolfo Martín Villa, Marcelino Oreja y otros políticos. A mediodía se desplazaron a la Delegación del Gobierno en Vitoria: en el chalet «Los Olivos» Garaikoetxea y varios de sus consejeros fueron invitados a una comida especial que tal y como detalló la prensa en aquellas fechas comenzó «con aperitivos variados y siguió con una merluza al chacolí y chuleta de ternera del Gorbea al sarmiento». Para beber, tinto reserva de Rioja alavesa y de postre colineta con helado de vainilla. La colineta, a la que alguna vez tendremos que dedicar un artículo en exclusiva, es un bizcocho de almendra muy ligero y típico antiguamente en celebraciones familiares, bodas y bautizos. Rellena de yema y cubierta de merengue, aquella colineta en cuestión fue encargada especialmente en la pastelería Martina de Zuricalday de Bilbao. Como hilo musical y para templar el ambiente se escucharon el Agur Jauna y el Gernikako Arbola cantados por el coro Manuel Iradier.

Por si fuera poco y como ya se sabe que la indigestión es lo mejor para el consenso político, esa misma noche del 9 de diciembre de 1980 se celebró una cena oficial en Ajuria Enea. Ahí el anfitrión fue el lehendakari y extrañamente el menú fue bastante menos tradicional de lo esperado. Según La Gaceta del Norte del día siguiente, la minuta constó de «sopa de tortuga, vol-au-vent de frutos del mar, silla de ternera y sorbete de limón con repostería variada»; todo regado con vino blanco navarro Señorío de Sarría y tinto Viña Ardanza. Qué quieren que les diga, tenía mucho mejor pinta el otro menú. Clásica y suculenta, la comida ofrecida por Suárez en «Los Olivos» incluyó acertadamente recetas e ingredientes de aquí, mientras que el menú ideado por el gobierno autonómico no era de ningún sitio concreto. En vez de presumir de gastronomía vasca u homenajear a la tierra natal de Suárez, Ávila, el personal de cocina de Ajuria Enea eligió un batiburrillo anticuado con cierto aire de impostura internacional. ¿De dónde demonios saldría la tortuga para hacer aquella sopa?