La mejor tortilla de patata de España se come en Cantabria

El grupo Cañadio, de Santander, es el ganador de la decimosexta edición de este campeonato nacional, celebrado este domingo dentro del marco de Alicante Gastronómica, en el que han participado 15 cocineros procedentes de ocho comunidades autónomas —Galicia, La Rioja, Cantabria, País Vasco, Madrid, Castilla y León, Extremadura y Comunidad Valenciana—. El vencedor, el cocinero Pedro José Román, lleva 16 años haciendo tortillas dentro del grupo cántabro, fundado en 1981 por el empresario Paco Quirós, con Cañadio a la cabeza, en Santander, del que tiene una sucursal en Madrid, ciudad en la que también cuenta con los siguientes restaurantes: La Maruca, La Primera, La Bien Aparecida y el Café Santander.

La de Cañadío en Santander y por extensión la que se ofrece en los restaurantes del Grupo Cañadío en Madrid está considerada una de las mejores tortillas de patata de España por el crítico gastronómico Rafael García Santos, promotor, en el marco del congreso Alicante Gastronómica desde 2021, del prestigioso Campeonato de España de Tortilla de Patatas.

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Cañadio y su chef Pedro J. Román con su personalísima tortilla ya ganaron el Campeonato de España en 2021 y alcanzaron el tercer puesto en el 2022. La clave de su tortilla de patatas reside en las materias primas utilizadas para su elaboración: huevos frescos de granjas de Cantabria, patatas de Valderredible y cebolla de Turieno.

A juicio de García Santos, «esta es una de las mejores expresiones de la tortilla de patatas con cebolla en España, si no la mejor. Lo que constata su altísimo valor conceptual y su meritoria plasmación. Ahí está, en la cúspide, tanto en el campeonato como en nuestra la guía tortilladepatatas lomejordelagastronomía.com, que valora el día a día, mereciendo la máxima calificación: 8,5».

Para García Santos, la de Cañadío «el más grande testimonio del pincho de tortilla de patatas en el país. A ello contribuye su estructura: cremosa y fundente, como la de un revuelto hecho al baño María, manteniendo la integridad, a lo que ayudan los tropiezos de patata y cebolla. Yemosa y escurridiza en su entereza. Muy comercial al ojo, por esa consistencia evanescente y, también, por su sabor: logradísimo equilibrio de patata, huevo y cebolla, enriqueciendo ésta a los dos primeros, que cautiva al universo palatal. Táctil y sápidamente arrasa… a lo que también ayuda, y mucho, su adaptación al servicio, preservando sus cualidades hasta tibia. Reposa a las mil maravillas. Caracteres intrínsecos que culminan con otro mérito: haber logrado una robotización galáctica. Nadie puede competir con vender tantos pinchos en tantos establecimientos con una calidad similar ni parecida a la de Cañadío Santander; Cañadío Madrid; Las Marucas de Velázquez, Castellana y López de Hoyos; La Primera y Gran Café Santander».

El segundo y tercer puesto han sido para el restaurante O Cabo (A Coruña), regentado por Isabel Gesto y Ramón Rodríguez, y para el vencedor de la anterior edición, Carlos Olabuenaga, del restaurante Tizona (Logroño), respectivamente.