Piélagos: Ginebra, vodka y naturaleza

La premisa es enseñar con pasión su innovador proceso de destilado en alambiques de vidrio, único en España. Una hora basta para emprender este viaje sensorial en el que se tocan y huelen los botánicos que dan el carácter a las tres ginebras: la Classic, que lleva té de roca, planta endémica de los Picos de Europa, la Gingerlime, con lima y ginger, y la Hibiscus, con flor de Jamaica. Tras ello, el invitado pasa por la sala de destilación. Conoce el vodka Siderit, único en su especie al estar elaborado a partir del alcohol obtenido en la fermentación de los azúcares de la leche y no de la patata, como es habitual. Y se entra en contacto con el vermut.

La experiencia no acaba ahí. Después de observar la zona de embotellado llega la hora de desplazarse hasta admirar la colección de ginebras más grande del mundo. Botellas de los años 50 y 60, algunas procedentes de destilerías ya desaparecidas, y vidrios de todas partes del mundo aguardan en el lugar, justo antes de catar lo observado. Existe, una visita premium que incluye degustación tranquila mientras paseas a tu aire por la destilería.

Acercarse hasta Siderit puede convertirse en una manera diferente de conocer la zona cántabra de Piélagos. Atravesada por el río Pas, tierras de gran atractivo comparten sus bondades con el turista interesado en la investigación arqueológica. Desde finales del siglo XIX han sido descubiertos en las localidades que conforman el municipio numerosos yacimientos. Es recomendable conducir hasta la cueva de Santián, descubierta en 1905, con pinturas paleolíticas en forma de mazas o manos, verticales y paralelas. Las manifestaciones artísticas, de color rojo, se encuentran distribuidas en dos paneles de la sala central, el más espacioso de la cavidad. De cronología incierta, para algunos parecen auriñacienses mientras que otros estiman su origen en un período más moderno.

Tras su visita, sin salir de Arce, otras cuevas prehistóricas, Cobalejos y El Mato, aguardan a la concurrencia. Además, es posible conocer una necrópolis medieval en los alrededores de la iglesia de San Julián, en el barrio de Velo. La arquitectura civil cuenta con ejemplos interesantes a los que prestar atención. Diseminadas por el municipio destacan casas como la de los Bustamante, el mal llamado puente romano ya que es renacentista (XVI) –era parte del Camino Real– o las ruinas del castillo-torre de Velo, alrededor del cual la familia Ceballos-Escalante construyó su casa.

El arte religioso toma carácter generalmente en las iglesias construidas en los siglos XVI y XVII. Dentro de pocos días, el 29 de julio, se celebra en la localidad la fiesta del Bajo Pas. Quienes pasen por allí deben probar, sin dudarlo, las angulas del Pas, bocado más exquisito de Piélagos, según los lugareños.

Unas horas dedicadas al senderismo también forman parte de la oferta de ocio disponible. El Parque Natural de las Dunas de Liencres asombra con sus playas, campos de dunas y pinares, únicos en la provincia. Son menos de dos kilómetros cuadrados de espacio protegido por el que vuelan gran variedad de aves. Pero adornado de interés natural y paisajístico gracias a la agreste costa de Liencres y la desembocadura del río Pas, convertido en ría de Mogro.

Recomendamos el ascenso al monte Picota, localizado a la entrada del parque. Multitud de parapentes tiñen de colorido el cielo por encima de esta modesta loma de solo 240 metros que, a pesar de ello, dispone de impresionantes vistas desde las que observar una de las panorámicas más hermosas de Cantabria, que en días claros alcanza hasta Picos de Europa.