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Una pasión por la hostelería y por la gastronomía italiana llevaron a Hegoi Ramajo, un bilbaíno de 23 años, a abrir la focacceria Panizo. Pero lo que hace único a este proyecto es que ha compartido cada etapa de su aventura empresarial en redes sociales, desde la búsqueda del local ideal hasta los desafíos y alegrías del día a día en su negocio. Me lancé a ello, con más miedo que otra cosa, pero me lancé», cuenta Ramajo.
Su forma de emprender ha generado una gran expectación y ha atraído a muchos clientes desde el primer momento. «Me arriesgaría a decir que el primer día que abrimos, el 80% de gente que vino fue porque nos había visto en redes sociales», recuerda.
Panizo abrió sus puertas el pasado 5 de agosto en el número 19 de la calle María Díaz de Haro. La idea de montar una focacceria surgió tras varios viajes a Italia. «La diversidad culinaria me inspiró a traer un pedazo de Italia a Bilbao», explica. Aunque este proyecto está liderado principalmente por Hegoi, toda su familia se ha volcado en echarle una mano. Tanto él, como sus padres, tenían experiencia previa en hostelería. Su hermana, Goiuri, es quien se encarga de las redes sociales.
Desde el inicio de su proyecto, el hostelero tuvo claro que quería documentar cada paso de su negocio. «Mi intención siempre fue mostrar cómo iba evolucionando esa idea que tenía en mi cabeza», explica. Al menos una vez por semana, dedica un tiempo junto a su hermana a crear contenido para sus redes sociales. En su perfil, podemos encontrar vídeos que narran la búsqueda del local, su experiencia desde cero en la dirección de un negocio y cómo se inspira para elegir los ingredientes.
En los últimos meses, han atravesado diversas fases: desde momentos de mucho miedo hasta etapas de análisis detallado y conversaciones con proveedores en Italia. «Fue un poco estresante, pero merece la pena», confiesa Ramajo.
Este joven bilbaíno elabora personalmente las focaccias con productos traídos directamente de Italia. Desde la mozzarella de búfala de Nápoles hasta la porchetta de Roma, cada ingrediente es seleccionado con esmero. Una de las focaccias más populares es la que lleva el nombre de la tienda, Panizo, que incluye stracciatella, pesto genovese, mortadela de Bolonia y pistachos troceados. «Como curiosidad, el pesto genovese viene de la zona de Milán y para hacerlo solo se utilizan las hojas más grandes de la Albaca», explica.
Este nuevo establecimiento no solo ofrece focaccias, sino que también cuenta con una amplia selección de panes y dulces de todo tipo. Además, debido a su cercanía con San Mamés, aprovechan los días de partido para ofrecer bocadillos especiales y pizzas.
Aunque por el momento cuentan solamente con cinco sabores de focaccia distintos, Hegoi planea ampliar la carta a once sabores poco a poco. Sueña, además, con abrir su propia pizzería algún día, manteniendo siempre su esencia y pasión por las masas.
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