¿Cuáles son los mejores espárragos blancos? Estas son las conservas de supermercado que recomienda la OCU

Los espárragos analizados tienen pocos defectos y apenas presentan problemas de fibrosidad. Contienen sal añadida, como es habitual en las conservas, pero la cantidad es aceptable (entre 0,75 y 1,26 g/100g). Incorporan además aditivos como el ácido ascórbico y el cítrico para reducir el pH y evitar el desarrollo de la toxina botulínica. Su calibre es «el adecuado, incluso superior al exigido y los resultados en degustación, aceptables», según la OCU.

El estudio pone en valor los espárragos con el sello IGP de Navarra. Los que más destacan por su buena relación calidad precio son los muy gruesos de Freshona, que pueden comprarse en Lidl. El bote de 530 gramos cuesta 15,35 euros. «La presencia de este sello garantiza empleo local y una menor huella de carbono, ya que la distancia al consumidor final es mucho menor», valora la OCU. Este último es un detalle muy a tener en cuenta, ya que no lo contemplan los alimentos de importación, normalmente de origen chino o peruano; productos, eso sí, «con una calidad comparable y mucho más baratos». De media cuestan 11 euros el kilo escurrido, frente a los 25 euros de los que llevan el sello IGP de Navarra.

Ahora bien, la organización de consumidores advierte de que, aunque la mayoría de estas conservas comparten una buena o muy buena calidad, se ha detectado el incumplimiento en tres productos. Tal y como se puede comprobar en el comparador, dos referencias de la marca Auchan (Alcampo) y una de Bajamar con sello IGP presentan «características de color propias de una categoría inferior (categoría Primera)».

El estudio de la OCU finaliza con una petición a las marcas de espárragos. Les solicita que sean más claros a la hora de indicar el número de unidades y que, para ello, no incluyan «márgenes excesivos». Es decir, que para facilitar la elección del producto, «es preferible la acotación 'de 6 a 8 piezas' que de '6 a 12 piezas'».