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Hendaya está ahí al lado, eso lo sabemos casi todos y muchos ya hemos cruzado alguna vez para pasear por allí. Desde la visita al castillo de Abbadia, ese edificio tan curioso que luego descubre secretos más curiosos aun en su interior –tanto color en ... las paredes, el observatorio, la biblioteca y la capilla, el toque etíope, las muchas referencias a todo lo que el hombre de Ciencias Antoine d'Abbadie amaba– hasta el paseo a pie o en bici por la bahía de Txingudi –que a su paso por el puerto de Caneta se acerca a Bakar Etchea, la casa donde murió el escritor Pierre Loti–, Hendaya merece la visita, con tranquilidad y dispuestos a sentarnos aquí y allá para admirar el paisaje... y para sentarse a la mesa. En día y medio, hay horas suficientes para montarse un plan que alterna un poco de ejercicio con un poco de gastronomía y un rato para el relax.
Por ejemplo, si se llega a la ciudad un viernes por la tarde, se puede empezar por entrar en el castillo de Abbadia y conocer por qué es como es y cuál es la historia de su promotor. Hay visitas guiadas en castellano los sábados y domingos a las 13:15 y a las 15:15 pero también existe la posibilidad de realizarla cada tarde (entre las cuatro y las siete) por cuenta propia descargándose las explicaciones en el móvil. De todos modos hay que reservar, sobre todo si se quiere acudir a los talleres para observar la puesta del sol, la alineación de planetas y la luna. Cada entrada son 5 euros.
Después (o antes, que ya se sabe que allí se cena más temprano y, en el caso de querer ver la luna desde el castillo, se corre el riesgo de no encontrar dónde hacerlo), en la brasserie del Hôtel de Paris se puede conocer la gastronomía más típica: el jamón de Kintoa, el paté con pimienta de Espelette, los distintos platos de trucha de Baigorri o el conejo... y mezclarla con elaboraciones menos tradicionales, como el risotto de langostinos, la ensalada de burrata de los Biribil Brothers y hasta hamburguesas veganas.
El paseo por la playa viene bien tras la cena, seguro, y tampoco está mal para empezar la nueva jornada. Una buena opción que tiene mucho que ver con el salitre es el Relais Thalasso, que abre todos los días a las nueve de la mañana, ofrece todo lo que ofrece un spa, pero con agua marina. A 30º, que siempre dará menos reparo entrar aunque fuera esté haciendo mal tiempo. Utilizar las instalaciones una hora cuesta 18 euros, y dos, 25. Hay unas cuantas opciones de tratamientos adicionales, todo es cuestión de encontrar lo deseado en la 'carta'.
Y tras ponerse a punto, en sábado, hay que poner rumbo al mercado en la plaza Sokoburu, que está prácticamente al lado del spa, en frente del puerto deportivo. Entre las 8:30 y las 12:30, allí se puede encontrar de todo: puestos para comprar comida ya preparada, queserías móviles repletas de quesos de todos los tamaños, hortalizas y frutas y también ropa y complementos. En verano, pensando en la cantidad de visitantes que llegan a la localidad, este mercado al aire libre se vuelve nocturno todos los jueves (20:00-24:00).
De la zona de la playa a la llamada Hendaye Ville hay poco más de media hora a pie que sirve para hacer un poco de hambre y ver que sí, efectivamente, hay más que arena y paseo marítimo. Es la manera, además, de poder sentarse a la mesa del restaurante Apostrophe, un lugar en el apuestan por la cocina de temporada y con nombre y apellidos. Las ostras de Normandía conviven aquí con los espárragos de las Landas, los tomates de Lot y Garona con stracciatella de brebis du Pays Basque -y con pesto y aceite navarro-, el tartar de charolesa y otros productos de primera.
Brasserie del'Hôtel de Paris
Abre los lunes y martes y de jueves a sábado de 12 a 14 y de 19 a 22, y los domingos entre el mediodía y las 14:30 y de siete a 21:30. En la carta hay referencias a productos locales como el jamón de Kintoa y la trucha de Baigorri, pero también platos menos típicos, incluida una ensalada de burrata con origen bilbaíno... la de los Biribil Brothers.
Dirección 1 rue des Jasmins 64700 Hendaye.
Mercado al aire libre
Los sábados por la mañana hay quien se acerca hasta aquí para comprar la comida ya lista para poner en la mesa, pero para el turista es el momento de comprar quesos de la zona como el de oveja Ossau Iraty, que proceden de ovejas latxas que pastan en Laburdi, Zuberoa y la Baja Navarra (el Iraty) y de ovejas de raza vasco-bearnesas del Bearn (el Ossau).
Dirección Plaza de Sokoburu, hasta las 12:30.
Restaurante Apostrophe
Platos con mucho color, con productos de temporada y de orígenes bien conocidos, son los que llenan las mesas de un local modernito situado en la parte vieja. En estos meses, tomates, espárragos, verduras variadas, y siempre ostras, carnes y pescados, como corresponde. Por 32 euros, el menú del sábado incluye entrante, principal y postre (entre semana, 21). Cierra el miércoles.
Dirección 11 rue de l'Eglise (en el barrio de Hendaye Ville).
Fromagerie Piarres
Quesos, salazón, embutidos ibéricos, italianos y vascos, foie gras, caviar, patés, conservas. Y más. En Fromagerie Piarres se puede comprar casi de todo, bebidas alcohólicas también (vinos de Maison Eguiazabal y licores varios). Un buen sitio para tenerlo todo a mano. Cierra los domingos.
Dirección 9 Place de la République.
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