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Iratxe Pañeda
Martes, 28 de mayo 2019, 22:47
Fotografías de la infancia y películas de super-8 tomadas por su padre, dibujos y vídeos. Un David de Jorge de palabra fácil y chispeante, que arrancó las primeras risas de la tarde, hizo desfilar por el escenario a su charcutero, a chefs franceses, a ... Martín Berasategui y sobre todo a una «familia muy feliz y de disfrutones» germen de su vocación. La del lunes fue una conferencia cargada de emoción en la que el cocinero diseccionó su vida y su proceso de pérdida de peso en clave de humor, como no podría ser de otra manera, aderezada con frases profundas y mensajes fruto de la experiencia vivida.
Nos desveló que fue de niño, en un restaurante de Pau frente al castillo de Enrique IV, donde decidió hacerse cocinero «para rodearse de camareros de pajarita» y que cuando iba de camino al quirófano las enfermeras le gritaban «Viva Rusia». Pero también que Martín Berasategui «es una persona fundamental» en su vida, que confió en él cuando era un chaval -ya llevan dos décadas juntos- y fue quien le presentó a un amigo que le hizo tomar la decisión de perder peso y así salir de esa etapa de «efecto avestruz y comenzar el viaje a la normalidad».
Nos enseñó fotografías de las recetas que le salvaron la vida y nos aconsejó «proyectar buen rollo para que todo marche bien», una de las máximas de su proceso vital del que incluso ha creado, no un decálogo, sino 15 mandamientos entre los que se encuentran: Quiérete mucho, no tengas prisa, aléjate de los tóxico, desayuna, haz ejercicio, controla tu peso y reacciona, sé enamoradizo...
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