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Hay muchas maneras de adentrarse en el mundo del vino. Un par de días por La Rioja, sin necesidad de recorrerla entera, sirve para darse cuenta. Hay bodegas que se agrupan para acoger a los visitantes, con iniciativas que invitan a degustar las bebidas sin ... necesidad de tragarse toda la explicación sobre los procesos, sino que llevan de un wine-bar a otro para tomar algo. Hay agricultores asociados en una cooperativa que hace mucho que entendió que es necesario buscar la calidad y no la cantidad para elaborar y vender bajo su propia marca con el mismo orgullo que cualquiera con nombre y apellidos. Hay quien vive de los clásicos y sigue innovando. Y siempre está la opción de sentarse a una buena mesa y dejar que los expertos vayan componiendo maridajes.
Lejos, muy lejos queda el concepto de la bodega cooperativa del vino a granel. 200 familias de la localidad de Uruñuela elaboran en Zinio, antes Patrocinio, vinos de uvas y procesos cuidadísimos que se exportan a 32 países (hasta en un restaurante de Kenia se puede pedir) y que el año que vienen apostarán por los de parcela. Aquí no se hacen grandes reservas, ni falta que hace. Lo importante está en el origen. Y para asegurarse la mayor calidad de la fruta, cobra más el agricultor que mejores uvas lleva a bodega –según el análisis técnico– que el que lleva más kilos. «Queremos el 10», dicen. El 'terroir' ya lo tienen. Para apreciarlo, sirven tintos como el Zinio joven 2020 sin madera, para no enmascarar la uva, y, por contra, los blancos con madera como Zinio Street Art Collection (el de la menina en la etiqueta). Reciben visitas, organizan catas y proponen recorridos en bicicleta o a pie.
Zinio, Ctra. de Cenicero, s/n, Uruñuela. Contacto: 941371319 /enoturismo@ziniobodegas.com
¿Monte Real? ¿Viña Albina? Dos clásicos que salen del mismo centro de Cenicero, de las instalaciones de Bodegas Riojanas gracias a los más de tres millones de uvas que elaboran. La visita a esta casa es un recorrido histórico, desde 1890 como tal pero con tradición anterior que atestigua la puerta de piedra que en 1799 permitía el acceso a los viñedos familiares y que ahora se conserva en la entrada. El parón de la pandemia les dio tiempo para repensar y para decidirse a crear nuevos vinos, apostar por variedades diferentes, las barricas de segundo uso y el viñedo singular. Ahí se enmarcan el de Tempranillo blanco y el de Viura que saldrán a la venta en enero. Su vinoteca es el bar del pueblo, así que no hace falta hacer la visita completa... aunque es muy recomendable.
Bodegas Riojanas, Avda. Dr. Ricardo Ruiz Azcárraga, 1, Cenicero. Contacto: 941454050 / info@bodegasriojanas.com
Fue durante mucho tiempo La Cueva de Doña Isabela, pero llegó el momento de cambiar y nació Lumbre, que le da a la cocina tradicional riojana una nueva pinta, ingredientes extra y otras texturas –con productos seleccionados de temporada y en la medida de lo posible del entorno próximo–. Por ejemplo, aquí el cogollo se infusiona, los rabitos de cerdo ibérico se acompañan de uvas de melón especiadas y su jugo, todo un contraste, y el potaje... es de avellanas (y chorizo a la brasa y guindillón encurtido). Los vinos no solo se beben en la mesa del comedor, sino también en el calado del siglo XVII en el que las tapas son platillos ingeniosos y sabrosos.
Lumbre, Travesía Jardines 15, Casalarreina. Contacto:9413241 22 o reservas@lumbrerestaurante.com
El famoso barrio de las bodegas centenarias de Haro ofrece varias alternativas. La compra de un ticket de Barrio de la Estación Tours, por 60 euros, lleva a un recorrido guiado e ir entrando en los espacios más significativos de tres bodegas, además de probar un vino acompañado por una tapa en cada una.
La ruta de los jueves recala en RODA (con ese calado que acaba viendo la luz en el bosque de ribera junto al Ebro), Gómez Cruzado (en la que la zona de envejecimiento es la de recepción de visitantes) y Bodegas Bilbaínas-Viña Pomal (este 'chateau' tiene los segundos calados más grandes de Rioja); los viernes, La Rioja Alta SA (en el nuevo El Garaje del Club de Cosecheros se ofrecen tapas y se ve una buena colección de botellas y etiquetas de otros tiempos), Muga (en la terraza, la gastronomía es la base para el buen disfrute del vino) y CVNE (tan orgullosa de su nave diseñada por Eiffel).
Si se compra el Barrio de la Estación Passport, por 42 euros, la ronda se hace sin guía; aquí la propuesta es probar un poco de lo que elabora cada una, con la degustación de 6 vinos seleccionados y 6 tapas.
Barrio de la Estación: www.barrioestacion.com; reservas en el 610624582, de lunes a viernes y en horario de oficina, o en visitas@barrioestacion.com
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