Verano en la bodega Valenciso

Es la misma hoja de vid que el artista diseñó para la etiqueta de los vinos de esta bodega que cuando nació, en 1998, solo quería elaborar un único caldo. Ese es Valenciso Reserva (20 €, cerca de las 150.000 botellas), un monovarietal de tempranillo procedente de viñedos viejos de Rioja Alta en los que inicialmente se practicaba una viticultura sostenible o 'razonada' y que ahora está inmersa en su conversión a ecológico. El vino se elabora en depósitos de cemento y envejece en barricas de roble francés, lo que permite conseguir un caldo elegantes y que evoluciona en botella. Con el tiempo han llegado a la familia un blanco y un rosado, ambos en producción limitada. El primero añade a la viura tradicional garnacha blanca, es fermentado y criado en barricas de roble del Cáucaso, y se hacen unas 10.000 botellas.

Del rosado se elaboran 2.000 y desde 2016 es el resultado de sangrar el tempranillo y dejar que fermente, con lías, en acero inoxidable a muy baja temperatura. La uva, en cualquier caso, procede del cultivo de 27 hectáreas repartidas en 17 parcelas situadas en Ollauri, Briones, Rodezno, Zarratón, Haro y Villalba, que se caracterizan por ser la zona más fresca y alta de la Rioja Alta. La mitad son hectáreas propias y el resto están en alquiler.

Otra de las esculturas de Novella puede verse desde lejos, cuando se va uno acercando a Valenciso desde la carretera. Es un enorme sacacorchos con el nombre de la bodega, allí en la colina, sobre los viñedos. Hasta el pomo de alguna puerta, ya en el interior, también es una pequeña obra de arte. Y la vista a los viñedos que rodean el edificio, ya desde la sala en la que se realizan las catas, puede pasar por otra, ésta creada por la naturaleza y por la mano de quienes saben cuidar la viña para que dé lo mejor de sí. Es lo que ha llevado a Valenciso a situarse entre las 30 mejores bodegas de Rioja en la clasificación del periodista inglés Tim Atkin, Master of Wine, varios años seguidos y a su tinto, entre los Mejores Vinos de España en la Guía de Vinos Gourmets 2018.

Lo de la bodega con el arte llega a su máxima expresión ahora, en verano, que es cuando organizan, además de las visitas guiadas tradicionales –que realizan los propios bodegueros de lunes a viernes a las 12.30 y los fines de semana y festivos a las 11.30–, un sinfín de actividades pensadas para poner a los visitantes en contacto con la viña, el vino, los productos que acompañados de éste y disciplinas como la música –en otras ediciones lo han hecho con la pintura–. Cada plan tiene un precio de 20 euros.

Y así, aparte de poder tomarse algo en el 'wine bar' de lunes a viernes siempre que no haya alguna cita programada, el primer viernes de agosto es posible hacer yoga al aire libre frente a los viñedos (en este caso, con Pilar García y por 15 euros), el martes 6 por la tarde hay prevista una cata de quesos de la mano Guillermina Sánchez-Cerezo, sumiller y experta en quesos del espacio La Arboleda del Sur del Hotel Echaurren en Ezcaray; el sábado 10 hay un concierto bajo las estrellas en beneficio de Cruz Roja y Fundación Pedro Cavadas; y la semana siguiente, el viernes 16, la idea es hacer una cata de vinos blancos del viejo y del nuevo mundo con uno de los bodegueros, Luis Valentín. El martes 20, a mediodía, lo que se propone es una visita guiada a la ermita románica de Santa María de la Piscina y ese viernes, de tarde, una por Ollauri seguida por una visita nocturna a Valenciso. Para septiembre también tienen planes.