La sangría más cara del mundo: 120.000 euros de factura

La sangría les salió cara. Muy cara. 120.000 euros nada menos. Un grupo de clientes del restaurante La Guérite, en la isla de Sainte-Marguerite, frente a Cannes, en la Riviera francesa decidieron prepararse una sangría en la terraza del local la semana pasada. Pidieron a los camareros una gran fuente de cristal y empezaron a vaciar botellas de vino. ¿De qué vino? Nada menos que de Pétrus, un Burdeos de Pomerol, procedente de una bodega mítica. Las botellas que acabaron en la ponchera eran de las añadas de 2006 a 2011, y cada una de ellas está valoradas entre 3.200 y 3.800 €.

En el vídeo que rodó uno de los participantes en semejante desaguisado, se ve a cuatro personas vestidos con polos deportivos vaciando entre carcajadas y gritos de júbilo las botellas de Merlot sobre el recipiente que ya contiene trozos de fruta, naranjas y limones. En total, se emplearon 30 botellas de Pétrus, y algunos litros de zumo de naranja para preparar la que, el diario francés Le Figaro, no duda en calificar como «la sangría más cara del mundo». «Si ya se asociaba a la ciudad balnearia con noches de bacanales y duchas de champán, Cannes es ahora la ciudad donde sirven la sangría más cara del mundo», anota el rotativo galo.

En la terraza de este restaurante con playa privada y al que se accede en lancha desde el puerto de Cannes o en embarcaciones particulares, además de grandes vinos y champanes franceses en carta, un plato de pasta con langosta cuesta 189 €, un bistec a la florentina de 1,2 kilos se pone en 160 y una langosta asada en 91 €. El chef es el griego Yiannis Kioroglou, que frecuenta San Sebastián. Algunos medios franceses se refieren ya a la «sangrie de Cannes» como el «paroxismo de los estúpidos». Es, vienen a decir, como encender la chimenea con la Monna Lisa.

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