Basque Sumiller: un curso para conocer todas las bebidas vascas

Y acaban de terminar de dar el primer curso Basque Sumiller, que además de mostrar a profesionales del mundo del vino –desde bodegueros a hosteleros, pasando por distribuidores y comerciales– lo que hay que saber del txakoli en sus tres denominaciones de origen y sobre el vino de Rioja Alavesa, es el primer curso que tiene en cuenta otras bebidas vascas. Ahí han tenido cabida la sidra, también con D.O., y la cerveza artesanal, que se agrupa en la asociación Basque Beer.

«Tenemos mucho y muy buen producto en Euskadi y sabemos que existe desconocimiento sobre los líquidos. Se conocen mucho los productos como las conservas o los quesos, pero menos sobre lo que bebemos. Y sabemos que hay mucho interés, muchas ganas de saber qué se está haciendo para luego poder contárselo a los consumidores», sostienen estos tres sumilleres que vieron cómo en «solo día y medio» se les agotaron las plazas del primer curso sobre el tema, que se ha dado los meses de octubre y noviembre. No les dio tiempo ni a hacer publicidad. El boca a oreja fue suficiente, lo que prueba el interés de los profesionales del vino por saber más sobre el producto vasco.

El primer grupo del Basque Sumiller ha sido de 25 personas. Se acaban de 'licenciar' tras ocho clases –una por semana– en las que se impartía hora y media de teoría y otra hora y media de práctica, de cata, con lo que el alumnado ha conocido de primera mano hasta un centenar de referencias de vinos de Rioja Alavesa y txakolis, de sidra y de cerveza. Para algunos ha sido el momento de sorprenderse con el txakoli tinto o el espumoso; para otros, de catar cerveza por primera vez; o para ver que la sidra también se bebe en copa, fuera de la sidrería.

Todos se han empapado del nuevo reglamento del Bizkaiko Txakolina. Y hay otras 75 personas ya en lista de espera, que se quedaron a las puertas cuando se dio el pistoletazo de salida a un curso que los Rementeria y Calzada tenían en mente organizar desde hace mucho tiempo y que por fin podían realizar el año pasado gracias a la implicación del Gobierno vasco y Hazi. Debido a ese apoyo institucional, la inscripción ha sido de cien euros por persona, cuando ya una buena cata sale por unos 70.

El objetivo es ofrecer en 2023 al menos otros dos cursos, aunque dicen los tres sumilleres que lo ideal serían tres. Y no solo el de, digamos, iniciación a las D.O. Rioja Alavesa, Getariako, Bizkaiko y Arabako Txakolina, Euskal Sagardoa y cerveza artesana vasca, sino algún curso avanzado para los que ya han hecho el primero. «Hay una necesidad de formación y una gran demanda», explican. «Solo cuando conoces el producto, cuando sientes esa seguridad, puedes servirlo mejor. Y hacía falta un curso que uniera todos los líquidos vascos en sus diferentes elaboraciones».

El objetivo final es ese: que los profesionales del sector, en cualquiera de los eslabones de la cadena, accedan al conocimiento sobre los productos de beber de Euskadi para luego transmitirlo a los clientes. Se trata de «abrir la percepción, probar cosas diferentes y dar oportunidad a todas ellas». Algunos de los hosteleros ya han llevado los apuntes a la práctica y han incluido en sus locales botellas que han descubierto en este primer curso.