Las anchoas ganan con el cambio climático

El calentamiento global también traerá algunas bondades, aunque sean pocas, y una de ellas es que mejorará en el Golfo de Bizkaia la población de boquerón, que es un pescado sanísimo

Lunes, 4 de marzo 2019, 11:46

Buenas noticias para el arranque de la temporada de la anchoa. El cambio climático no solo traerá todo tipo de desastres ecológicos y sociales, como estamos acostumbrados a escuchar, sino que también dejará alguna cosa positiva. Una de ellas es que la población de boquerones ... aumentará en las aguas del Cantábrico como consecuencia del calentamiento generalizado de las aguas del mar, según revela un estudio del impacto en la pesca de este fenómeno global, liderado por el centro tecnológico Azti-Tecnalia, especializado en la alimentación y el mar. La anchoa del Golfo de Bizkaia, la que fundamentalmente se consume en Euskadi, es una especie que se distribuye por zonas tropicales y templadas, por lo que unos graditos de más en el agua de nuestras costas vendrán muy bien al caladero, a los pescadores que faenen en él y a los consumidores que se las zampen.

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Esta sección –donde se habla exclusivamente de nutrición– no trata en absoluto de valorar el cambio climático, sino de ver la parte positiva de algo que para bien o para mal está ocurriendo. Las aguas del mar se están calentando y esa realidad está provocando –y más que provocará a lo largo de todo este siglo– importantes cambios en las poblaciones de especies. De eso trata el informe del centro vasco Azti- Tecnalia, que ofrece un «diagnóstico optimista» para la anchoa del Cantábrico, uno de los grandes tesoros de nuestros mares y, por tanto, de nuestra mesa.

Grasas de origen marino

Las anchoítas forman parte de la escuadra de los pescados azules, que son de lo mejor del mar. El pescado azul es un pescado rico en grasas de origen marino, que son las buenas, y en especial en ácidos omega, que contribuyen a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos. En consecuencia, aumentan la fluidez de la sangre y protegen frente a las enfermedades vasculares, como el infarto y el ictus.

Más ventajas. Las anchoas –el pescado azul en general– constituyen una estupenda fuente natural de vitamina D, fundamental para crecer y para que el cuerpo funcione de forma correcta. Contienen asimismo vitamina A, que contribuye al mantenimiento, crecimiento y reparación de las mucosas, la piel y otros tejidos;y múltiples vitaminas del grupo B, que intervienen en procesos básicos para la vida como la formación de glóbulos rojos, el buen funcionamiento del sistema nervioso, del de defensas... Un lujo para la salud y una auténtica delicia para el paladar.

El calentamiento del mar, según explica Guillem Chust, experto en la materia de Azti, está conllevando un desplazamiento de algunas especies de peces hacia los polos y la entrada en el Golfo de Bizkaia de otras típicas de aguas cálidas. Ese es el problema y su virtud.

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Y más bonito

La puesta de la anchoa se ha adelantado por todo ello en unos seis días por década desde 1987.La existencia de una buena población de boquerones también favorece a la de bonito, cuya presencia también se ha visto adelantada «del orden de dos días por década», desde los ochenta hasta hoy. Aunque, en principio, el calentamiento de las aguas constituye una adversidad para el bonito y el atún, que podrían distribuirse de forma más amplia por el Atlántico, los expertos consideran que «mientras haya boquerones, seguirá habiendo atunes», que, se mire como se mire, tranquiliza.

Peor pronóstico le espera al verdel y, sobre todo, a la anguila, que le gusta el frío, sufre «una explotación pesquera insostenible» y «se encuentra en estado crítico». Es mejor disfrutar de la anchoa. La temporada de este año se prevé buenísima.

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