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FERNANDO ITURRIBARRÍA
Miércoles, 4 de julio 2018
Tres barrios populares de Nantes registraron escenas de guerrilla urbana este miércoles a raíz de la muerte por bala de un presunto delincuente juvenil en un control policial. Las autoridades francesas llaman a la calma en la capital histórica de Bretaña y prometen ... esclarecer lo sucedido mediante las investigaciones judicial y administrativa en curso. Ocho edificios y locales, incluidos dos centros comerciales y una alcaldía, afectados por incendios provocados y una treintena de vehículos quemados es el saldo de la primera noche de violentos disturbios. Una sala de espectáculos fue incendiada el pasado martes en pleno día al sur de la ciudad.
Los hechos se produjeron hacia las ocho y media de la tarde del martes en el barrio de Breil. Una patrulla policial controló a un automovilista que no llevaba cinturón de seguridad ni papeles de identidad. Los agentes comprobaron que el vehículo -un todoterreno negro Nissan Juke- estaba sometido a vigilancia por la Policía judicial de Nantes en una investigación por tráfico de estupefacientes.
Según la versión oficial, el conductor trató de darse a la fuga, dio marcha atrás y lesionó a uno de los seis policías a la altura de las rodillas. El brigadier jefe abrió entonces fuego con su arma reglamentaria e hirió mortalmente de bala en la carótida al sospechoso, que fue trasladado a un hospital, donde falleció.
Un testigo ocular relató al diario local 'Ouest France' que el automovilista retrocedió y estrelló el vehículo contra un muro. «Estaba ya inmóvil, no podía hacer nada. El policía llegó, le disparó a bocajarro, le tiró una bala en el cuello directamente. No había ningún agente herido», testimonió. Una vecina, que filmó lo ocurrido desde la ventana de su casa, aseguró que no había «ningún policía detrás del vehículo».
La víctima se llamaba Abubakar F. y había nacido en Garges-lès-Gonesse (región de París) hace 22 años. La delegada del Gobierno, Nicole Klein, declaró que era «conocido desfavorablemente» por la Policía y estaba en busca y captura. Fuentes de la investigación indicaron que era objeto de una orden de detención emitida por un juez instructor en junio de 2017 por robo en banda organizada, receptación y asociación de malhechores.
El fiscal de Nantes Pierre Sennès anunció la apertura de sendas investigaciones encomendadas a la Policía Judicial y a la Inspección General de la Policía Nacional para esclarecer los hechos y determinar las circunstancias en las que el agente hizo uso de su arma. El ministro del Interior, Gérard Collomb, condenó «las violencias y destrozos inaceptables» cometidos por un centenar de individuos, muchos encapuchados, que lanzaron proyectiles y cócteles molotov a las unidades antidisturbios, que replicaron con gases lacrimógenos hasta que se restableció la calma hacia las tres de la madrugada.
El estallido de violencia urbana en Nantes se produce en un contexto de tensión creciente reflejada en el incremento del 54% en el recurso a las armas de fuego por la Policía francesa. Las estadísticas oficiales registran catorce muertes y un centenar de heridos por bala entre julio de 2017 y mayo de 2018. El año pasado los agentes efectuaron un total de 394 disparos, todos considerados como legítima defensa, sobre todo por desobediencia a las órdenes de alto a vehículos en movimiento.
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