El primer ministro sueco, el socialdemócrata Stefan Löfven, tras ser reelegido en el Parlamento. Efe

Suecia sella un inédito acuerdo de Gobierno para mantener a raya a la ultraderecha

El Parlamento pone fin a cuatro meses de parálisis política al avalar un nuevo mandato del socialdemócrata Stefan Löfven gracias al respaldo de los ecologistas y la abstención del centroderecha y los excomunistas

Viernes, 18 de enero 2019, 12:31

Cuatro meses después de la celebración de las elecciones legislativas, Suecia ha conseguido salir del laberinto. Y lo ha hecho a través de un pacto sin precedentes que deja a la ultraderecha sin la capacidad de influencia que perseguía. El nuevo Ejecutivo ha vuelto a ... quedar en manos del socialdemócrata Stefan Löfven, que repite como primer ministro tras haber conseguido este viernes la luz verde del Parlamento gracias al apoyo de los ecologistas -con los que gobernará en minoría- y la abstención del centroderecha y los excomunistas.

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La Cámara baja sueca ha aprobado la reelección de Löfven por 115 votos a favor, 153 en contra y 77 abstenciones, con lo cual cumple el requisito de que para ser primer ministro en el país nórdico no se puede contar con el rechazo de la mayoría del Parlamento, fijada en 175 escaños. En cualquier caso, el mandatario ha precisado de un segundo intento para conseguir el visto bueno de los diputados, tras fracasar en su primera tentativa el pasado 14 de diciembre.

Löfven ha acudido esta vez al Riksdag -Parlamento sueco- con la casi absoluta certeza de ser ratificado. No en vano, había cerrado hace una semana un pacto con centristas y liberales para aislar al ultraderechista Demócratas de Suecia (tercera fuerza en las pasadas elecciones) e impulsar reformas en materia fiscal y laboral. En el acuerdo se establecía una cláusula que dejaba de forma expresa a los excomunistas fuera de «cualquier influencia». Aun así, su principal rival, el moderado Ulf Kristersson, le ha recriminado que dependa de la izquierda radical.

En lo que la mayoría de los partidos coincidían era en la necesidad de mantener a raya a la ultraderecha, que en los comicios de septiembre obtuvo un resultado histórico de 62 escaños. Solo fue precedida por el bloque de izquierda de Löfven y los conservadores de la Alianza, con 144 y 143 asientos en la Cámara, respectivamente. En cualquier caso, el acuerdo de gobierno alumbra un Ejécutivo débil, con solo un tercio de los 349 escaños, lo que augura un mandato complicado para el primer ministro, que en la pasada legislatura -también en minoría- tuvo que hacer frente a dos mociones de censura.

A pesar de los retos, Löfven, que tomará posesión el lunes, se ha mostrado satisfecho tras la votación en el Riksdag, que aleja también el fantasma de convocar elecciones anticipadas tras 131 días de bloqueo. «Suecia ha elegido un camino diferente», ha destacado, en alusión al rumbo que han tomado otros países países donde han crecido los partidos de extrema derecha. En el país nórdico, en cambio, ha insistido en que se ha impedido el avance de los ultras gracias a las concesiones de las formaciones que se han sumado al acuerdo que ha permitido el nuevo Gobierno de minoría.

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