El primer ministro de Suecia dimite para evitar elecciones anticipadas

La iniciativa en su contra fue provocada por el Partido de la Izquierda tras un desencuentro sobre la normativa que regirá el precio de los alquileres en los pisos de nueva construcción. La situación fue aprovechada por el partido Demócratas de Suecia, de extrema derecha, y los Demócratas Cristianos. Salió adelante con el apoyo de 181 diputados, seis por encima de la mayoría necesaria.

El proyecto del Gobierno abría la puerta para que los propietarios establecieran libremente los alquileres de los apartamentos recién erigidos y de esta manera obtener más beneficios. La izquierda consideró que esta propuesta era contraria al modelo social sueco y una amenaza para los inquilinos, sobre todo los jóvenes.

«He pedido ser cesado porque ir a las urnas en medio de una pandemia no es la mejor opción. No podemos entrar en juegos políticos», señaló. Es la decisión «más difícil» que ha tenido que adoptar, pero después de buscar apoyos durante siete días para intentar prorrogar la vida de su Ejecutivo se ha visto obligado a dejar en manos del presidente del Parlamento, Andreas Norlen, «iniciar el trabajo de contactar con todos los grupos para proponer a un primer ministro que cuente con el apoyo del Riksdag (hemiciclo). Los ciudadanos esperan que los políticos puedan resolver este tipo de situaciones». De cualquier manera, Lofven se mostró dispuesto a volver a su puesto en el marco de nuevas negociaciones. La Casa Real sueca confirmó también que el rey Carlos Gustavo de Suecia había sido informado previamente de la decisión.

Lofven recuperó el poder para la izquierda en 2014 y logró mantenerse al frente del Gobierno cuatro años después al acercar a su partido a la centroderecha. No obstante, ello lo llevó a perder el apoyo del Partido de la Izquierda, con veintisiete escaños, que finalmente ha propiciado también su caída.

Su renuncia podría abrir un nuevo ciclo en Suecia. De hecho, el líder del Partido Moderado, Ulf Kristersson, ha iniciado contactos para intentar conformar una coalición conservadora. Esta formación es, junto con los socialdemócratas de Lofven, la principal fuerza en el Parlamento. Sin embargo, el proceso de negociaciones puede ser lento. Norlen tiene que consultar a cada partido antes de proponer un nuevo jefe de Gobierno. Además, el candidato tendría que reunir el apoyo de 175 legisladores, pero la actual composición de la cámara no ayuda a alcanzar fácilmente una mayoría.

 Las próximas elecciones generales están previstas para septiembre de 2022 y se celebrarán en esa fecha, independientemente de si la actual situación política deriva finalmente en unos comicios anticipados en el periodo previo, según el precepto recogido en la Constitución. Una encuesta de Ipsos publicada la semana pasada vaticina que la derecha y extrema derecha alcanzarían una leve mayoría parlamentaria.