Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Calma, paz y, sobre todo, diplomacia. Fue el mensaje principal que transmitió ayer el Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, al finalizar la cumbre europea que analizó la creciente tensión en Ucrania y en la que también participó el secretario de ... Estado de EE UU, Antony Blinken. «Debemos evitar reacciones que den sentido de alarma incluso en el aspecto financiero», explicó Borrell. Si se agota la vía diplomática, la Unión Europea trabaja con cautela, pero sin pausa, en una batería de sanciones, que a día de hoy sigue sin concretar, pero que «están muy avanzadas».
Noticia Relacionada
Europa, dijo Borrell, «sabe muy bien» en qué consiste la amenaza rusa -con un despliegue militar en la frontera con Ucrania que Bruselas cifra en unos 140.000 soldados- y prepara «una acción rápida y determinada a nivel internacional». Aseguró, además, que parte del efecto disuasorio consiste en «mantener el secreto» sobre los posibles castigos a Moscú si socava la unidad territorial de Kiev. Eso sí, recalcó que la respuesta será «masiva».
Más información
Xabier Garmendia | paula de las heras
La UE se prepara para lo peor, pero espera lo mejor. Mientras, Washington elabora la respuesta que presentará esta semana a las demandas planteadas por Rusia que, entre otras cuestiones, exige tratados que garanticen la no expansión de la OTAN, en particular a Ucrania, así como la retirada de la Alianza Atlántica del este de Europa, algo que los occidentales consideran inaceptable. El jefe de la delegación rusa en las recientes conversaciones de Viena sobre control de armas, Konstantin Gavrilov, dio a entender ayer que al Kremlin se le empieza a agotar la paciencia y espera una rápida respuesta de la Casa Blanca que, en caso de ser negativa a sus propuestas, provocará que las consecuencias las sientan «tanto los estadounidenses como los europeos en sus cuellos».
Noticia Relacionada
Por su parte, Borrell volvió a insistir ayer en que la comunicación y el alineamiento entre Europa y EE UU es «total». De hecho, a los recientes contactos entre los Veintisiete con la Casa Blanca se sumó ayer una nueva reunión virtual que mantuvo Joe Biden con los líderes de Italia, Francia, Alemania, Polonia y en la que también participaron los presidentes de la Comisión y del Consejo Europeo, además del presidente de la OTAN. Entre los asuntos de esta ronda figuraría contrastar la intensidad de las sanciones que prevé Bruselas con las propuestas de la Casa Blanca, además de posibles movimientos estratégicos en la región en conflicto, donde ha empezado a instalarse un cordón militar con un importante despliegue aeronaval.
Una de las posibilidades que baraja EE UU consiste en trasladar entre 1.000 y 5.000 militares para apoyar a los aliados en Ucrania y reforzar una posible evacuación de estadounidenses. Por su parte, la OTAN aumentaba ayer su presencia en el este de Europa con el envío de aviones y navíos a la frontera ucraniana para contrarrestar la acumulación de tropas rusas. Francia, Dinamarca y Países Bajos ya han adelantado su intención de movilizar cazas y barcos. La Alianza dejó ayer claro que su efecto es disuasorio.
La «unidad» fue uno de los aspectos fundamentales de la cumbre de Bruselas y Borrell subrayó también la buena sintonía entre los ministros de Exteriores. A la entrada al Consejo, sin embargo, sus opiniones acerca del calado que deben tener los castigos impuestos a Rusia diferían bastante.
El ministro de Dinamarca, Jeppe Kofod, no descartó que Rusia siga aumentando la presión y haga efectiva su amenaza de invadir Ucrania y pidió «sanciones nunca vistas que vayan más allá de aquellas que se tomaron en 2014», cuando Rusia anexionó Crimea. El canciller de Lituania también aseguró que «es posible que se dé un escenario cercano a la guerra».
Noticia Relacionada
El diplomático luxemburgués, Jean Asselborn, en cambio, descartaba la posibilidad de una guerra inminente: «No imagino una intervención militar. Estamos en un escenario de evitar esa situación y es nuestra labor como diplomáticos», aseguró. Su homólogo español, José Manuel Albares, también defendió la diplomacia y destacó la gravedad de las acciones de Rusia, que ponen «en juego la seguridad europea».
A medida que la presión sobre Kiev aumenta, Europa redobla sus muestras de apoyo. No solo con palabras, sino con hechos. La Comisión Europea anunció ayer un paquete de ayudas económicas de emergencia al país pon valor de 1.200 millones de euros.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.