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Cuando un político no quiere dar su brazo a torcer, suele recurrir a un gesto simbólico para poner a la ciudadanía a su favor. Esa ha sido la estrategia del presidente francés, Emmanuel Macron, que anunció ayer que renunciará a la pensión vitalicia que le ... corresponde cuando deje de ser jefe de Estado. Su decisión busca ser «ejemplar y coherente», en medio de las protestas y la huelga indefinida que sacuden Francia en rechazo a la reforma de las pensiones que ha planteado su Gobierno.
«No recibirá esta jubilación prevista por ley al final de su mandato porque considera que esta ley está destinada a normalizarse. Por lo tanto, no la aplicará. Tampoco liquidará esta suma cuando se jubile. Estamos en una era en la que los funcionarios electos deben ser ejemplares», explicó un asesor presidencial al diario 'Le Parisien'. La decisión de Macron podría sentar un precedente y afectar a los jefes de Estado posteriores, que entrarían en el régimen universal de puntos incluido en su propuesta de la reforma de las pensiones.
El presidente francés tiene un régimen específico de jubilación por el que percibe una pensión vitalicia equivalente al salario de un consejero de Estado: 6.220 euros brutos al mes. Además, la suma no está sujeta a ninguna condición de edad, número de mandatos o límite de ingresos.
Al renunciar a este régimen, Macron, de 42 años, estará todavía lejos de la edad legal de jubilación, fijada en los 62 años. El 'premier' francés también anunció que no formará parte del Consejo Consitucional al acabar su mandato -conforme le correspondería como expresidente-. Ese puesto le habría dado una retribución adicional de 13.500 euros mensuales.
Las críticas políticas al dirigente francés no tardaron en llegar. El opositor y líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, criticó la actitud de Macron y la «demagogia» de su gesto. «Él tiene los medios para prescindir de una jubilación de 6.000 euros, pero la mayoría de las personas no tiene esos medios. Yo personalmente no los tengo», afirmó en declaraciones a la prensa. «La jubilación no es un privilegio», subrayó.
La propuesta de la reforma laboral, medida estrella del Gobierno de Macron, pretende acabar con los 42 régimenes especiales que existen en Francia y sustituirlos por un sistema de puntos. Solo se aplicará a los nacidos después de 1975, que podrán jubilarse a los 62 años o a los 64, si quieren gozar de la pensión completa. La medida no es casual. El primer ministro, Édouard Philippe explicó que se debe al envejecimiento de la población. «Los franceses deberán trabajar más tiempo porque había cuatro trabajadores en activo para financiar una jubilación en 1950 y hoy solo hay 1,7», dijo.
La medida no fue bien recibida por los sindicatos, que cerraron filas para mostrar su rechazo a la reforma. El bloqueo fue tal que incluso los intentos de Macron para negociar una «tregua» navideña en los servicios de transportes cayeron en saco roto. Ayer, en la jornada número 18 de la huelga general, el ferrocarril seguía funcionando con servicios mínimos. Además, la Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses informó de que se suspendieron la mitad de los trayectos de los trenes de alta velocidad.
En las estaciones de París se desató el caos en plena operación salida y solo dos de las dieciséis líneas de metro -las automáticas- estuvieron en funcionamiento. Apelotonamientos, retrasos en los trenes... Las llamadas a la calma del Gobierno no apaciguaron a los cientos de miles de ciudadanos atrapados en la capital. En la noche del sábado, Macron pidió de nuevo una tregua a los sindicatos ferroviarios «por respeto a los franceses que a veces están separados de sus familias y desean reunirse durante este período festivo».
El apoyo de la ciudadanía a la huelga va disminuyendo, según un sondeo publicado ayer en el periódico 'Journal du dimanche'. Quizás se deba a las perturbaciones e inconvenientes, sobre todo del transporte público, que obligaban a algunos parisinos a caminar durante horas para llegar al trabajo. Los datos indican que el 31% de los franceses apoya el movimiento de protesta, 3 puntos menos que la semana anterior. Además, el 69% de los encuestados piensa que el Gobierno irá «hasta el final con la reforma», sin ceder ante las movilizaciones y el paro general.
6.220 euros brutos al mes recibiría por ley Emmanuel Macron. Esta pensión vitalicia no está sujeta a ninguna condición de edad, número de mandatos o límite de ingresos. Al renunciar a este régimen, el 'premier', de 42 años, estará todavía lejos de la edad de jubilación, fijada por ley en los 62 años.
Consejo Constitucional Al dirigente le correspondería entrar a formar parte del Consejo Constitucional al acabar su mandato. Sin embargo, también renunció a este puesto, que le habría reportado otros 13.500 euros mensuales.
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