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Groenlandia es uno de los pocos rincones salvajes del planeta, un paraje helado donde en invierno viven a oscuras, en días de noche perpetuas. Hogar de los inuits y conocida por sus enormes glaciares, este territorio esconde también oscuros secretos. Sus cerca de 56.000 ... habitantes se enfrentan a las adicciones, problemas de identidad y a la despoblación, en una comunidad donde una de cada tres personas ha sido víctima de abusos sexuales en la infancia.
Organizaciones como UNICEF y Save The Children trabajan para sacar a la luz esta realidad silenciada. «Una gran cantidad de niños son víctimas de abusos sexuales y violencia en sus hogares. Muchos de ellos tienen después una vida llena de problemas y ansiedades», explica Mme Ketwa, de Save The Children. La prevalencia de estas agresiones está vinculada a la ignorancia de los derechos de la infancia y al consumo de alcohol y estupefacientes, según advierte la directora de UNICEF en Groenlandia, Sara Olsvig.
La isla, que constituye un territorio autónomo danés, experimentó un rápido desarrollo a partir de la década de los sesenta. En ese tiempo, pasó de una sociedad tradicional de pescadores y cazadores a una moderna, basada en los servicios y el turismo. Los suicidios, parte de la cultura inuit en la que los ancianos ponían fin a su vida para no ser una carga para sus familias, se han convertido en un problema nacional. «Muchos de los jóvenes que han sido víctimas de abusos sexuales se acaban suicidando», apunta Save The Children.
Un documental en la televisión pública ha puesto el debate sobre la mesa y ha causado conmoción en la ciudadanía. También ha despertado a las instituciones que ya buscan soluciones. «Los cambios deben venir del interior, pero tenemos que cooperar con personas cualificadas para tener más conocimientos y que la inversión sea a largo plazo», advierte Aaja Chemnitz Larsen, representante del país en el Parlamento danés. La diputada reclamó además, una ayuda excepcional a Copenhague para luchar contra esta lacra.
En Nuuk, la capital, el gobierno estableció una estrategia para erradicar los abusos sexuales a menores para 2022. Para lograrlo, aumentarán las campañas informativas sobre los derechos de la infancia y animará a los trabajadores sociales a instalarse en las localidades más remotas, donde las agresiones son más frecuentes. «No hay suficientes psicólogos ni trabajadores sociales», advierte Save The Children, aunque se ha mejorado en algunos aspectos, como el conocimiento de la población.
Las encuestas, sin embargo, siguen arrojando luz a una triste realidad: un 20% de los habitantes nacidos después de 1995 sufrieron abusos sexuales durante su infancia. En 2018 se presentaron 436 denuncias por delitos de carácter sexual, de las cuales un 69% fueron archivadas por falta de pruebas. «Para muchas de las víctimas es así, no hay más que hablar», concluye la profesora Rikke Blegvad.
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