«Cualquier escenario pasa por reducir las emisiones ya. No hay otra opción»

-Usted ha coordinado el capítulo en el que se desarrolla el atlas regional de cambio climático. ¿Qué conclusión se extrae?

-Una de las principales novedades es que encontramos información para distintas regiones del mundo. Hay conclusiones distintas para cada una. Pero hay un denominador común, y es que todas están experimentando el cambio climático. Ya se ve a las puertas de casa, como lo estamos comprobando este verano.

-¿Existe alguna región que vaya a salir más perjudicada?

-En todas hay efectos importantes. En unas obviamente más. El Ártico es un punto caliente porque la temperatura sube a un ritmo de más del doble que el resto del planeta. El Mediterráneo es otro punto caliente porque hay unas tendencias muy claras de descenso de precipitaciones y ya es una zona vulnerable de por sí.

-¿Cuánto ha empeorado la situación respecto al último informe de la ONU, de 2013?

-Cada informe del IPCC corrobora lo que se decía en los anteriores, actualiza cifras y parámetros. En este ofrecemos más evidencias y hemos creado un mapa interactivo, que permite consultar online los datos de forma cómoda.

-El estudio responsabiliza a los seres humanos del cambio climático, que afecta ya a todo el planeta y provoca fenómenos meteorológicos cada vez más extremos y frecuentes.

-Científicamente hablando, somos los responsables. No hay nada más que hablar. En informes anteriores se dejaba todavía un pequeño margen a que hubiese estudios, aunque muy minoritarios, que podían tratar de arrojar luz sobre otras causas. Pero tras analizar los 14.000 artículos publicados sobre el tema no hay ninguna evidencia de que haya otro factor robusto. El cambio climático es un hecho y la actividad humana es la causante principal.

-¿Y qué es lo que está provocando este deterioro tan acelerado?

-El conocido efecto de los gases de efecto invernadero. Es nuestro modelo energético, nuestro modelo de consumo. Hay múltiples factores que hacen que emitamos más de lo que se ha hecho en el último millón de años. Esto hace que la radiación que nos llega a la Tierra sea cada vez mayor.

-¿Qué podemos hacer?

-Habría que doblar esa curva, como la del coronavirus. Tenemos que hacer algo parecido para que el calentamiento no pase los umbrales que se fijaron en los acuerdos de París, de 1,5 o 2 grados máximo. La senda está clara. Hay que emitir un 5% menos de gases de efecto invernadero. Es un reto, pero a la vez es una oportunidad de empezar de nuevo y reconducir un camino que no es sostenible.

-¿Las inundaciones en Alemania, incendios en el Mediterráneo Oriental, riadas recientes en China e India son consecuencia del calentamiento global?

-No cualquier fenómeno extremo se debe al cambio climático pero los que estamos viendo recientemente van en la línea de lo que nos dibujan las predicciones. Tenemos muchas evidencias para pensar que estas situaciones ahora van a ser nuestra realidad.

-¿Estamos a tiempo de corregir este deterioro? En el documento se alerta de que algunos de los efectos son ya irreversibles.

-Hay elementos del sistema que son lentos. El océano, por ejemplo, tiene una inercia más lenta que la atmósfera. El aumento del nivel del mar es irreversible, va a seguir aunque ahora paremos. Lo que ocurre es que, si lo hacemos, la subida no va a llegar a unos umbrales desastrosos. Cualquier escenario futuro pasa por reducir las emisiones ya. No hay otra opción que parar. Si no lo hacemos, nada de lo que va a venir es bueno.

-¿Qué ocurrirá si los gobiernos no se conciencian?

-Yo no contemplo esa situación. Prefiero pensar en positivo, que la sociedad está lo suficientemente concienciada y que los políticos tienen herramientas ya para tomar decisiones. Creo que estamos en la senda correcta pero falta apretar el acelerador a tope.

-Como ciudadanos, ¿hay algo que esté en nuestras manos? En California se ha instado a racionar el agua y la electricidad.

-Todo ayuda. Está claro que la principal responsabilidad es ahora mismo de los políticos, pero todos tenemos que poner nuestro granito de arena.