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El Estado Islámico siempre ha reivindicado los atentados que ha cometido u organizado, pero en los últimos meses, especialmente desde que han perdido dominio en Irak y Siria, los expertos dudan sobre los atentados que se atribuyen los yihadistas.
El último caso ha sido el ... de Las Vegas, en el que un jubilado amante del juego ha matado a más de 50 personas. Según el Estado Islámico, el hombre sería 'Abu Abdelberr el americano', 'soldado del califato', recientemente reconvertido al islam, quien llevó a cabo una misión de venganza. Sin embargo, los investigadores y servicios de inteligencia se muestran escépticos sobre esta versión. La Oficina Federal de Investigación (FBI) publicó un comunicado en el que descartó, de momento, lazos con una organización «terrorista».
Actualmente el grupo yihadista «tiene tendencia a reivindicar todos los atentados, ya sea porque se redujeron militarmente y al mismo tiempo tienen que seguir activos en los medios de comunicación», explicó el ministro del Interior francés, Gérard Collomb.
El procedimiento de autentificación de un ataque o un intento es el siguiente: antes de cometer el atentado, incluso durante el mismo si era posible, el yihadista debía jurar fidelidad al jefe del grupo, el 'califa' autoproclamado, Abu Bakr al Bagdadi, y reivindicar su acción en nombre de la yihad. En su defecto, debía dejar en su domicilio o su coche una bandera negra del Estado Islámico. Además, también podían grabar un video o un audio para subirlo a internet.
Las dudas sobre estas reivindicaciones surgieron en eras el atentado en Niza en julio de 2016, en el que murieron 86 personas cuando un un tunecino al mando de un camión atropelló a una multitud día 14, fiesta nacional en Francia. El Estado Islámico se apresuró a asumir la autoría del ataque cuando, según Farhad Khosrokhavar, de la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales francesa (EHESS), esta masacre «no puede acreditarse al yihadismo», ya que asegura que el hombre «tenía enormes problemas mentales». «La gente no escucha. Hay momentos en que la sociedad es ciega. Y les sirve la excusa del EI», afirma.
El pasado 17 de septiembre, a una mujer de unos 50 años se le niega el embarque en un vuelo entre País y Londres. La pasajera afirma entonces que el avión va a estallar, lo que provoca su detención y evacuación del avión. El Estado Islámico no tardó en actuar. Al día siguiente el diario en internet Al Naba, publicado por el grupo terrorista, publicaba que uno de sus «destacamentos de seguridad» había logrado colocar explosivos en el aeropuerto, pero que fueron «descubiertos por las fuerzas de seguridad».
Para Paul Cruickshank, del centro de Lucha contra el terrorismo de West Point, el Estado Islámico «ha reivindicado en los últimos meses los ataques relacionados con el yihadismo con la intención desesperada de llamar la atención, van a reivindicar cualquier cosa, sabiendo que sus simpatizantes no creen ni al Gobierno ni a la Prensa».
La pérdida de terreno en Mosul y Raqa por parte del Estado Islámico explica la cierta improvisación de los terroristas a la hora de realizar sus reivindicaciones. Para Mathieu Guidère, especialista en movimientos islamistas, afirma que «el EI, que publica los comunicados de la agencia Amaq (órgano de propaganda) está detrás de un televisor, mirando la CNN o Al Jazeera, y reivindica».
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