Polonia frena el paso de 200 migrantes desde Bielorrusia

Según denunciaron, los migrantes se comportaron de manera «agresiva»: «arrojaron piedras, petardos y usaron gases lacrimógenos». La Guardia Fronteriza informó de la detención de varias personas, entre ellas cuatro polacos acusados de tráfico de personas, dos ucranianos, dos alemanes, un azerí y un ciudadano georgiano. Todos ellos habrían tratado de ayudar a una treintena de migrantes a cruzar desde Bielorrusia.

La situación en la zona, donde se han congregado miles de migrantes, en su mayoría procedentes de Irak y otros países de Oriente Próximo que buscan entrar en la UE, se ha agravado desde la semana pasada. Las autoridades polacas han aumentado la seguridad fronteriza, reforzando la zona con ayuda del Ejército y frustrando los intentos de los migrantes de entrar en el país. Además, han acusado a Minsk de provocar una crisis migratoria con fines políticos.

El Consejo de Europa pidió el jueves acceso «inmediato» a la zona para organizaciones internacionales con el fin de analizar la situación real de las personas atrapadas allí y poner fin «al sufrimiento y la violación de los derechos humanos». En un comunicado, la comisaria de la organización, Dunja Mijatovic, calificó lo que ocurre de «alarmante» y aunque reconoció la responsabilidad de Bielorrusia, apeló a Varsovia para que garantice la protección de los migrantes.

La emergencia humanitaria concentró ayer en la ciudad polaca de Hajnowka, cerca del límite entre Polonia y Bielorrusia, a cientos de personas convocadas por la agrupación Madres en la Frontera. Los manifestantes pidieron que las autoridades concedan estatus de refugiados a los niños que forman parte de los grupos de desplazados y a sus madres. Polonia trata de detener el flujo de solicitantes de asilo y sostiene que los migrantes han sido invitados al país vecino por el presidente Alexánder Lukashenko, quien supuestamente les habría prometido la posibilidad de una vida en la Unión Europea.