El paseo en una limusina Aurus de Vladimir Putin y Kim Jong Un

La visita de Vladimir Putin a Kim Jong Un encendió las alarmas entre las potencias del occidente... Y dejó una llamativa imagen. La del presidente ruso como 'chófer' de su homónimo en Corea del Norte en una lujosa limusina Aurus. Un paseo sobre ruedas por las carreteras de Pyongyang para celebrar un acuerdo de «asociación estratégica» con una cláusula de «asistencia mutua ante posibles agresiones contra cualquiera de las partes firmantes».

En el vídeo, puede verse a ambos líderes hablar y sonreír de manera cómplice durante el trayecto. Putin no duda en ponerse al volante y Kim Jon Un, de copiloto. Y dan entonces una vuelta por una carretera que bordea un frondoso bosque. Es la imagen más curiosa con este nuevo pacto como telón de fondo.

Era la primera visita en veinticuatro años del presidente ruso al país asiático, un pacto que también acerca al Kremlin con Corea del Norte para cooperar en el desarrollo futuro de la industria tecnológica y militar. Este documento reemplaza los tratados de Asistencia Mutua de 1961 y de Amistad y Buena Vecindad del 2000, junto las declaraciones posteriores firmadas en 2000 y 2001, según explicó el asesor del Kremlin, Yuri Ushakov, a la agencia de noticias Tass.

Ambos líders también participaron en una ceremonia de colocación de coronas en el Monumento a la Liberación, dedicado a los soldados del Ejército Soviético que murieron durante la Segunda Guerra Mundial. Su anfitrión, Kim Jong Un, le saludó como el «mejor amigo» de Corea del Norte.

Los dos países, unidos contra la «hegemonía» estadounidense, cerraron una «asociación estratégica global» que prevé asistencia mutua «en caso de agresión» y un posible fortalecimiento de la «cooperación técnico-militar», según Putin. Un acuerdo que ha encendido las alarmas en Estados Unidos y miembros de la OTAN.

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