Urgente Grandes retenciones en la A-8, el Txorierri y la Avanzada por la avería de un camión

El alto el fuego en Gaza es una excelente noticia… por el momento. Pero no durará. Nunca dura. Los israelíes alegan que ya han alcanzado todos sus objetivos, pero resulta dudoso. Es cierto que han logrado matar a algunos mandos enemigos y les han causado ... fuertes bajas materiales, pero esos mandos serán reemplazados y esas bajas materiales pronto serán repuestas.

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La política es muchas veces como una película surrealista donde la banda sonora y los diálogos nos cuentan una historia que no guarda relación alguna con lo que realmente sucede en pantalla. Por ejemplo: un personaje grita sin cesar que tiene derecho a defenderse mientras ataca a todo el mundo. Para comprender algo, no hay más remedio que apagar el sonido y seguir los acontecimientos únicamente en función de las acciones de los personajes, ignorando a toda costa lo que dicen.

En primer lugar, es necesario entender las verdaderas razones de la evacuación israelí de Gaza en septiembre de 2005. El primer ministro israelí era Ariel Sharon, un expansionista de extrema derecha. Sin embargo, abandonó la Franja, desmanteló asentamientos y expulsó por la fuerza a 9.000 colonos, muchos de ellos fanáticos que se resistieron desesperadamente. Posteriormente, Sharon mantuvo en Cisjordania la misma política intransigente de usurpaciones de tierras y aplastamiento de la Autoridad Palestina. Por lo tanto, la evacuación de Gaza es una incongruencia que solo puede explicarse como un repliegue táctico para concentrar fuerzas en Cisjordania, dejando la pequeña Franja de Gaza para el final.

La responsabilidad de Hamás en la crisis es considerable por su fanatismo belicista y su falta de raciocinio, pero el conflicto no se debe a la subida al poder de Hamás en 2006, sino que fue la exacerbación del conflicto por parte israelí lo que propició que Hamás ganase limpiamente las elecciones palestinas. Ese fue el pretexto para someter a Gaza a un duro bloqueo, lo que llevó a graves enfrentamientos en 2008, en 2012, en 2014 y ahora en 2021. Es una pauta que se repite: un rosario permanente de pequeños incidentes que de repente inician una escalada brutal durante varias semanas y luego bruscamente se terminan.

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Militarmente, las acciones israelíes carecen de sentido. Resultaría mucho más sencillo ocupar de nuevo la Franja de Gaza y desbloquearla, lo que permitiría el rápido florecimiento económico del territorio, pero eso distraería fuerzas que son necesarias en Cisjordania y no serviría para el objetivo final de expulsar a los palestinos de Gaza. Por eso se destruyen múltiples edificios e infraestructuras civiles, porque al final se trata de destruirlo todo, absolutamente todo, usando a Hamás como coartada.

Cuando Cisjordania ya haya sido asimilada, le tocará el turno a Gaza de ser reocupada, confiscada y despoblada gradualmente. Mientras tanto, las ofensivas de aplastamiento periódicas son el instrumento necesario para alimentar la espiral de represalias que legitimará algún día la invasión definitiva de Gaza y garantizar que, cuando llegue ese momento, los gazatíes no puedan presentar una resistencia eficaz, al estar reducido a escombros todo su territorio. Entonces, los asentamientos israelíes podrán florecer sobre las tumbas de los vencidos.

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