

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
La gestión del primer ministro hebreo, Benjamín Netanyahu, se encuentra de nuevo en entredicho. Su decisión de cesar al jefe del Servicio de Inteligencia Nacional ( ... Shin Bet), Ronen Bar, en un momento tan delicado como el actual –con la tregua en Gaza en el aire y decenas de rehenes en manos aún de Hamás– ha desatado otra tormenta política en Israel, donde la oposición, diversas organizaciones y hasta el principal foro empresarial del país se han mostrado en contra de la medida. Tal es el malestar que decenas de líderes de grupos de protesta han llamado a manifestarse el miércoles, cuando se votará la destitución durante el Consejo de Ministros, en Jerusalén.
עדכון חשוב ממני אליכם >> pic.twitter.com/rRcKFRiicL
— Benjamin Netanyahu - בנימין נתניהו (@netanyahu) March 16, 2025
La tensión entre Netanyahu y Bar, que accedió al cargo en 2021 por un lustro, viene de lejos ya que el jefe del Shin Bet nunca estuvo de acuerdo con la reforma judicial impulsada por el primer ministro. Sin embargo, los ataques del 7 de octubre de 2023 enturbiaron la relación por los fallos de seguridad que habrían permitido la sangrienta incursión de la milicia palestina en territorio hebreo. El primer ministro israelí apeló en un vídeo a «la continua falta de confianza» como detonante del despido, pendiente del visto bueno de los miembros de su gabinete aunque ninguno, al menos en público, ha criticado el cese.
El objetivo de la renovación del mando de la Inteligencia, aseguró, es «restablecer la organización, alcanzar todos nuestros objetivos de guerra e impedir el próximo desastre». Lo cierto es que el propio Shin Bet asume en un informe publicado a principios de marzo los errores de seguridad previos al 7-O pero apunta, además, a la financiación de Hamás a través de Catar y destapa un posible desvío de fondos desde ese país a asesores de Netanyahu en los últimos meses. Bar, de 59 años, sugirió al conocer el anuncio de su destitución que la medida no se debería a lo ocurrido en octubre de 2023. «La expectativa del primer ministro de un deber de lealtad personal, cuyo propósito contradice el interés público, es una expectativa fundamentalmente ilegítima», lamentó.
El líder de la oposición, Yair Lapid, fue más claro y relacionó el despido de Bar con los supuestos fondos procedentes de Catar tras denunciar la «indiferencia prolongada» del Gobierno hebreo ante las «advertencias» de Inteligencia sobre una posible amenaza contra el territorio. El Foro Empresarial de Israel, que representa a la mayoría de los trabajadores de las 200 empresas más grandes del país, calificó el cese de «destructivo» y alertó sobre una posible «violación de la ley» por parte de Netanyahu. El rechazo a su decisión se traducirá el miércoles en una protesta en Jerusalén que parará primero ante las oficinas gubernamentales y se dirigirá después a la residencia oficial del primer ministro.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El mejor restaurante de comida sin gluten de España está en Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.