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Aunque este domingo ha concluido el plazo para que el ejército de Israel se repliegue y abandone el sur de Líbano, las tropas de Tel Aviv siguen en la zona. De hecho, el Ministerio de Salud libanés acusa a los soldados de Benjamín Netanyahu de ... haber matado a más de veinte desplazados que trataban de regresar a sus hogares una vez consumidos los 60 días que tenían las fuerzas armadas hebreas para dejar la región. Hay también al menos 124 heridos y miles de refugiados que retornan a sus localidades de origen.
Israel ya advirtió el viernes de que iba a mantener su presencia. Alega que aún no se ha producido el despliegue de ejército de Líbano, que, junto con cascos azules de la ONU, iba a encargarse del control del sur del país. El Gobierno de Netanyahu argumenta que Hezbolá, su enemigo, trata de aprovechar esta situación para recuperar el terreno perdido en los dos meses que duró la guerra hasta el alto del fuego firmado el pasado 27 de noviembre.
A partir de esa fecha y después de acabar con buena parte de la estructura del grupo islamista, Israel aceptó una tregua con la mediación de Estados Unidos y Francia. En el acuerdo se estableció un periodo de 60 días para la retirada de sus tropas. Su lugar iba a ser ocupado por las fuerzas armadas libanesas, muy infradotadas. La tregua, en realidad, nunca ha sido absoluta y han continuado los bombardeos israelíes. Estados Unidos, el gran aliado de Israel, apoya la prolongación del plazo de dos meses.
Pese a que siguen sonando los disparos, muchos desplazados se han acercado en las últimas horas a varias localidades del sur de Líbano para retornar a su casas. Algunos portaban banderas de Hezbolá. En varios puntos han sido repelidos a tiros por las Fuerzas de Defensa de Israel. «Nuestras tropas están vigilando los intentos de Hezbolá de regresar al sur de Líbano. Operarán contra cualquier amenaza que se plantee», advirtió Tel Aviv.
Israel insiste en que necesita permanecer más allá del plazo de 60 días porque el ejército libanés no se ha desplegado en todas las zonas del sur , como se había acordado, para garantizar que Hezbolá no restablezca su presencia militar en la zona. El presidente del país, Joseph Aoun, se puso el sábado en contacto con su homólogo francés, Emmanuel Macron, para solicitar su mediación. Y ha pedido «paciencia» a la población. «Estamos ante un día de victoria para Líbano, para nuestra soberanía, pero al mismo tiempo que comparto esta alegría, os quiero pedir autocontención y que confiéis en las Fuerzas Armadas libanesas, que garantizarán vuestro retorno a la aldeas», subrayó.
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